El gas natural no es un fenómeno nuevo. Antes de que el hombre entendiera qué es y para qué sirve, ya era conocido por nuestros antepasados.
Se define como una mezcla de gases compuesta principalmente por metano.
Es como el aire. No se puede ver, ni se puede oler, ni se puede probar, pero contiene mucha energía.
Cómo se origina
Proviene de formaciones geológicas, por lo que constituye una fuente de energía no renovable. Se encuentra almacenado en el subsuelo.
Se formó hace millones de años cuando una serie de organismos descompuestos (animales y plantas) quedaron sepultados bajo el lodo y arena.
La presión originada sumada al calor de la tierra transformaron poco a poco el material orgánico en petróleo crudo y gas natural.
Se compone principalmente de metano (alrededor del 90%) acompañado de otros gases como nitrógeno, etano, CO2, entre otros.
Usos del gas
El gas natural es utilizado por el transporte por su bajo costo, en comparación con la gasolina y el petróleo. Además, ayuda a preservar el medio ambiente.
También es empleado en el hogar para las cocinas, termas, estufas, lavadoras, entre otros. Y para industrias de cerámica, porcelana, textil, papel, etc.
Sus amplios beneficios, tanto ambientales como energéticos y económicos, son puntos claves en el desarrollo y utilización del mismo. Es una fuente de energía que está en plena carrera ascendente.
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