¿Quién no ha gritado alguna vez a sus hijos? Los padres alguna o muchas veces, lo hacen. Y los motivos sobran.
Según los psicólogos, educar con gritos, no es más que un sistema fácil y cómodo al que recurren los padres. Sin embargo, es posible educar sin gritos, aunque conlleva un gran esfuerzo. Acá algunas claves para lograrlo:
Mirar desde sus ojos. Ante una situación de conflicto con los hijos, antes de actuar, de gritar, debes mirar desde la perspectiva del pequeño, su punto de vista.
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Reflexionar. Una vez dado el primer paso hay que reflexionar en cada situación. Es decir, respirar hondo y pensar si aquello que ha hecho es tan grave.
Escuchar. Los niños siempre tienen un motivo para hacer lo que hacen. Hay que darles la oportunidad de expresarse.
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Dialogar. El diálogo es una de las herramientas más importantes para educar a los hijos.
Pedir perdón. Si por el estado de ánimo y estrés de los padres se han saltado todos los consejos y acaban gritando, lo mejor es pedir perdón.
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