A qué dueño su cachorro no le ha mostrado los dientes de forma violenta alguna vez, le ha gruñido o le ha ladrado. Seguro estos gestos te han alertado de su agresividad, pero, ¿sabes cuáles son las causas?
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Según los expertos, el can se vuelve así por miedo a perder su territorio (o posición en la familia), ser atacado por una persona u otro animal o por sufrir maltratos de parte de sus amos.
También puede ser porque le quitamos algún objeto que cree que es suyo o debido al dolor que le causa alguna enfermedad.
Para frenar esa conducta, dale siempre amor y cariño, acaríciale la cabeza y dile que es un integrante más de la familia.
Si te pone gestos agresivos, no le grites ni le pegues. De hacerlo, solo estarás empeorando las cosas. Para calmarlo puedes darle aquello que le guste (carnaza o croqueta).
Por último, sácale a pasear siempre y llévalo al veterinario para que lo revise y descarte enfermedades que puedan ser el origen de su conducta violenta.
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