Nutrición: ¿Es recomendable tomar café e infusiones con las comidas?
La costumbre de tomar una taza de té o café justo después de las comidas es un hábito que puede resultar perjudicial para la salud. Entérate por qué.
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Después del agua, el té es la bebida más popular del mundo. Y en muchos hogares se estila beberlo después de comer
Aunque es una práctica habitual, especialmente en el invierno, acompañar el almuerzo o la cena con café e infusiones, perjudica a la salud. Ello debido a que estas bebidas contienen elementos que reducen la absorción del hierro, mineral imprescindible para prevenir y combatir la anemia.
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Así lo afirma D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción. La experta indica que la presencia de cafeína en el café y de los taninos en los algunos tipos de té puede reducir el hierro que absorbemos de los alimentos.
“El hierro interviene en el mantenimiento en los niveles adecuados de la hemoglobina”, explica la especialista. Un menú potente en este mineral es la fusión de pescado de carne oscura con menestras más una ensalada y un refresco natural rico en vitamina C, como limón, aguaymanto y naranja.
Agrega que si se desea tomar café u otras infusiones, principalmente cuando se va a consumir un plato rico en hierro, se debe hacer una hora antes del almuerzo o cena o dos horas después de las comidas. De esta manera, el cuerpo aprovechará todas las propiedades de los alimentos.
El pescado y el hierro
El hierro es un mineral importante para prevenir y tratar la anemia. Los pescados de carne oscura, principalmente el bonito, son ricos en hierro. En los vegetales y menestras, este mineral se encuentra en las lentejas, frijoles, garbanzos, espinacas, acelgas, entre otros.
La anemia genera cansancio, disminuye la capacidad de trabajo y produce dificultades de aprendizaje, trastornos del crecimiento y desarrollo. Asimismo, disminuye la capacidad de defensa del organismo frente a otras enfermedades.
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Al igual que los bebés, los niños y las gestantes, las mujeres en edades entre los 20 a 44 años también tienen mayor riesgo de desarrollar anemia, debido a la menstruación, las dietas pobres en hierro, entre otros factores.
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