Las reacciones adversas a los alimentos pueden deberse a una alergia o intolerancia alimentaria. Aunque una de cada tres personas cree que son “alérgicas” o “intolerantes” a algunos alimentos, la prevalencia real es tan solo de un 2% en la población adulta.
En la población infantil, la incidencia es superior al 7%, aunque la mayoría logra superar esos problemas antes de iniciar su etapa escolar (la primaria).
Los problemas de alergias e intolerancias son cada vez más comunes y, casi siempre, se suele confundir una con la otra, ya que algunos síntomas son parecidos.
¿Sabe cómo diferenciarlas? Atención a lo siguiente:
1) La alergia alimentaria: la predisposición genética es el factor más importante en este tipo de enfermedad. Por eso suele ir asociada a otro tipo de alergias como las cutáneas, respiratorias, etc.
Los síntomas principales suelen ser comezón e inflamación de la piel, rinitis, broncoespasmo y lagrimeo.
2) La intolerancia alimentaria: se produce por una alteración farmacológica o causa desconocida. Los síntomas son dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.
Algunas intolerancias desaparecen con el tiempo porque la mucosa intestinal se vuelve más tolerante.
Lic. Mariana Hermoza(*)
Nutricionista clínica y docentemhnutricion@hotmail.com
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