El sistema nervioso está conformado por miles de millones de neuronas, capaces de detectar y procesar información proveniente del interior y exterior del cuerpo.
Está formado por el encéfalo y la médula espinal, donde residen todas las funciones llamadas superiores (cognitivas y emocionales) del ser humano; por ejemplo, la sensibilidad, el pensamiento, el razonamiento, las emociones, la memoria, entre otros.
Es una masa nerviosa que se conoce como el centro de control del cuerpo. Dentro de él existen más de 100 mil millones de neuronas y consta de tres partes: cerebro, cerebelo y tallo cerebral o tronco encefálico.
Controla y regula el funcionamiento de los demás centros nerviosos, también en él se reciben las sensaciones y se elaboran las respuestas conscientes a dichas situaciones. Es el órgano de las facultades intelectuales, como atención, memoria, inteligencia, etc.
Coordina los movimientos de los músculos al caminar y realiza otras actividades motoras.
Es la continuación de la médula que se hace más gruesa al entrar en el cráneo. Regula el funcionamiento del corazón y de los músculos respiratorios, además de los movimientos de la masticación, la tos, el estornudo, el vómito, etc.
Su función más importante es conducir, mediante los nervios de que está formada, la corriente nerviosa que conduce las sensaciones hasta el cerebro y los impulsos nerviosos que llevan las respuestas del cerebro a los músculos.
Está formado por los nervios situados en la región externa del sistema nervioso central. Estos pueden ser craneales (originados en el encéfalo) o raquídeos (espinales originados en la medula).
Estos nervios cumplen función sensitiva y motora, los nervios motores a su vez se dividen en:
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