Los tratamientos capilares profesionales suelen ser muy costosos; sin embargo, existen opciones caseras para tener una cabellera de ensueño.
Para el pelo seco aplíquense una mascarilla de palta. Con media palta, una cucharada de aceite de oliva y una yema de huevo preparen un puré y aplíquenlo en el cuero cabelludo.
Dejen actuar durante media hora y después laven con champú. Notarán la diferencia de inmediato.
El cabello rizado es hermoso, pero problemático. Para que los rizos luzcan hidratados y brillantes, mezclen dos yemas de huevo con dos cucharaditas de aceite de almendras y unten la preparación por todo su cabello. Envuélvanse la cabeza con una toalla húmeda, dejen reposar 30 minutos, laven con champú y enjuáguense con agua tibia. Repitan el tratamiento cada siete días.
Otra alternativa eficaz es mezclar un huevo, una taza de yogur natural y tres cucharadas de zumo de limón. Pónganse la preparación durante 15 minutos y cúbranse con una toalla mojada caliente. Lávense con agua tibia.
Si su pelo crece muy lento, su mejor aliado es el aceite de ricino. Calienten tres cucharadas y cuando esté tibio extiéndanlo por todo el cabello. Dejen actuar media hora y lávense como de costumbre.
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