
Durante su segundo mandato, la administración de Donald Trump ha intensificado las restricciones tanto para el ingreso legal de inmigrantes como para su permanencia en el país. En este sentido, se ha confirmado la prohibición de empleo para un grupo específico de extranjeros en el estado de California.
Una nueva norma federal ha puesto en alerta a un importante sector en California: el Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV) no podrá emitir ni renovar licencias comerciales de conducir (CDL) para personas sin residencia legal ("non-domiciled"), aquí están incluidas aquellas con permisos de trabajo temporales.
Esta modificación obedece a una acción de emergencia del Departamento de Transporte (DOT), que detectó una serie de irregularidades en la emisión de CDLs a conductores sin estatus migratorio adecuado, indicando que son un "riesgo para la seguridad vial".
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que el estado de California podría perder 160 millones de dólares en fondos federales y también su autoridad para emitir licencias comerciales si es que no se justan a la nueva norma.
Conseguir una licencia de conducir comercial, más conocida como Commercial Driver's License (CDL), es una de las maneras más efectivas de que un extranjero pueda acceder a empleos estables y bien remunerados en Estados Unidos.
Ahora, con la modificación de la ley, los inmigrantes de California ya no podrán trabajar en ningún oficio:
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