Este sábado el presidente de China, Xi Jinping ha reconocido que el nuevo coronavirus “se está acelerando” y que coloca al país en una “situación grave”, además él ha insistido en fortalecer la autoridad del régimen comunista.
El mandatario sostuvo: “Mientras tengamos firme confianza, trabajemos juntos, (haya) prevención científica y curas, y políticas concretas, seremos capaces, con seguridad, de ganar la batalla”.
“Ante la grave situación de una epidemia que se acelera, es necesario reforzar la dirección centralizada y unificada del Comité Central del Partido”, añadió.
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A su vez las autoridades de Pekin han ordenado paralizar este domingo el servicio de buses interurbanos en un intento de contener el brote. Sin embargo, esta noticia podría afectar a miles de viajeros que entran y salen de la ciudad durante las vacaciones del fin de semana por el Año Nuevo Lunar.
Es en esta época que los turistas nacionales acuden tradicionalmente a la capital para visitar sitios como la Plaza Tiananmen y la Gran Muralla China.
Desde hoy la ciudad prohibida que es uno de los grandes patrimonios culturales del país, han cerrado sus puertas como parte de las medidas de cuarentena declaradas para contener el nuevo coronavirus.
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El nuevo coronavirus se detectó por primera vez en diciembre del 2019 en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en donde habitan alrededor de 11 millones de personas. Los síntomas de este virus son fiebre y fatiga, acompañados de tos seca y en algunos casos dificultad para respirar.
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