Dos hermanas fueron separadas por más de 3 décadas, tras una erupción volcánica del Nevado del Ruiz en Armero. Ellas contaron su historia en una conferencia de prensa el pasado jueves 21 de noviembre en Bogotá, Colombia.
El fenómeno natural que sucedió en noviembre de 1985 dejó sepultado el lugar. Cientos de niños se quedaron huérfanos tras la erupcción volcan que cobró la vida de 25 mil personas. Es en este contexto que las hermanas Jenifer de la Rosa y Ángela Rondón, con apenas un año de edad quedaron huérfanas.
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Luego de que las bebes fueron rescatadas y no haber sido reclamadas por algún familiar, las hermanas fueron dadas en adopción. Jenifer fue adoptada por una familia española, mientras que a Ángela la adoptó una familia de Colombia.
Jenifer siempre supo que fue adoptada, ya que sus nuevos padres siempre le compartían todo lo que sabían de su vida antes de quedar huérfana, incluso llevaba el nombre de su madre biológica. Los intentos de Jenifer de querer encontrar a su familia por internet fueron en vano; ya de adulta retomó la búsqueda de sus familiares. Acudió a una fundación que reúne a niños huérfanos viviendo en familias separadas.
Cuando Jenifer volvió a Colombia, con 34 años, conoció a otra mujer quien también buscaba a su madre con el mismo nombre. Curiosamente se trataba de su hermana Ángela. El encuentro se produjo hace un año, sin embargo debían esperar el examen de ADN.
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El pasado jueves 21 de noviembre recibieron los resultados del examen de ADN y comprobaron que efectivamente son hermanas. “Somos un ejemplo de que los vínculos se construyen”, manifestó Jenifer de la Rosa en conferencia de prensa.
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