Lucila López, una joven de 19 años, fue violada y asesinada por su amigo tras asistir a un concierto de heavy metal en Argentina.
Rafael Rafasquino, autor del delito, fue sentenciado a ochos años de pena privativa de la libertad; sin embargo, cumplió cuatro años y se le redujo la condena por “buena conducta”.
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La familia trató de apelar a la reducción de la condena, pero no obtuvieron una respuesta positiva, inclusive intentaron ingresar un recurso en el que solicitaban que el asesino viva lejos de la casa de la familia de Lucila y también fue negado.
Después de salir de la cárcel, el feminicida pasó un breve periodo en la provincia de Córdova y después volvió a Bragado, donde sigue viviendo a pocas cuadras de la casa de la víctima.
Por lo que, el último fin de semana, la familia de Lucila acudió al bautizo de la menor de los “López” en una iglesia cercana a su casa y vieron en el mismo lugar al asesino de Lucila, quien se encontraba bautizando a su hija.
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Los insultos no tardaron en llegar, y es que la hermana de joven fallecida, le gritó “asesino, violador, basura” mientras grababa un video con su teléfono móvil.
Rafasquino, al escuchar los insultos, decidió irse raudamente junto con su familia y su hija.
El video fue publicado en la cuenta de Twitter de la hermana de Lucila López quien escribió en la publicación: “No te vamos a dejar vivir en paz”.
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