La ola de violencia no cesa. Un joven gay denunció haber sido víctima de abuso sexual, maltrato, discriminación y lesiones por un grupo de carabineros de la comisaría 51 de la comuna, Pedro Aguirre Cerda, ubicada en la zona Sur de Santiago de Chile.
De acuerdo a la denuncia, los hechos ocurrieron el lunes 21 de octubre cuando el joven universitario ingresó a un supermercado a prestar primeros auxilios durante incidentes registrados en dicha localidad.
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En la confusión de la protesta, un grupo de carabineros detuvieron al joven de manera violenta, arremetiendo contra el con golpes de bastón, puños y patadas hasta dejarlo en estado de inconsciencia. Tras recobrar el conocimiento el joven yacía en la comisaría, donde se le informó que había sido detenido por robo en lugar no habitado.
Sin embargo, las agresiones no terminaron ahí. Según el joven chileno volvió a ser presuntamente golpeado e insultado por su condición de homosexual y acto seguido "desnudado y abusado sexualmente en el contexto de tortura que estaba sufriendo".
Horas más tarde, fue trasladado a un centro asistencial donde se atendió sus lesiones, recibiendo también en el camino más golpes que le provocaron una fractura en la nariz. Pese a su delicado estado, los médicos calificaron sus lesiones como "leves".
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La querella fue presentada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) confirmó la jefa de dicho organismo para la región metropolitana de la capital chilena, Beatriz Contreras.
Pero las vejaciones no quedaron ahí. El universitario relató que de regreso a la comisaría, lo obligaron a gritar su identidad sexual mientras continuaban los golpes. Una de las atacantes fue una agente mujer que le dio puñetazos "hasta romperse los nudillos" y luego le agregó a la víctima el cargo de "maltrato de obra a carabineros".
Por último, fue amenazado de muerte cuando quedara en libertad.
El joven denunció que el abogado de oficio ni el magistrado que le pusieron atendieron el relato de las vejaciones sufridas al interior del recinto policial.
Asimismo, se conoció que existen otras catorce querellas contra los agentes del Estado chileno por obligar a detenidos a desnudarse y hacer flexiones, amenazas de violación y tocamientos indebidos.
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