Famosa galleta que todos compran es retirada del mercado tras detectarse residuos de metal: qué hacer si la tienes

¡Atención! La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) anunció que tras detectarse posibles partículas metálicas en las galletas Pim’s Naranja de la marca Fontaneda, un producto ampliamente consumido en varios hogares de España. Las autoridades han recomendado no ingerir este lote específico, que se identifica con el número OHT11532126, en paquetes de 150 gramos. La distribución inicial se concentró en comunidades como Andalucía, Cataluña y País Vasco, aunque no se descarta que se haya vendido en otras regiones. En la siguiente nota, te contamos todos los detalles.

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¿Cómo identificar y retirar las galletas afectadas? AESAN responde

Para protegerse, los consumidores deben verificar cuidadosamente el paquete, confirmando que se trate del lote OHT1153212 y del código de barras 7622201639815. El producto viene en envases de 150 gramos y conserva la fecha de consumo preferente 30 de abril de 2026. Se aconseja no consumir ninguna galleta de este lote, ni ofrecerlas a familiares o amigos, y evitar la exposición a niños.

La retirada de los productos ya se encuentra en marcha y se recomienda contactar con el establecimiento de compra o con las autoridades locales para gestionar la devolución segura. Las autoridades enfatizan la importancia de actuar con rapidez para minimizar cualquier riesgo derivado de las partículas metálicas detectadas.

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Medidas de seguridad y seguimiento de la alerta

Las autoridades sanitarias han activado el sistema SCIRI para rastrear la distribución de las galletas y asegurar su retirada de los canales de venta. La alerta se originó a partir de una notificación de las autoridades de Madrid y se está verificando que los comercios cumplan con la retirada. Los consumidores deben permanecer atentos a nuevas indicaciones y verificar regularmente la información oficial de AESAN.

Además, se recomienda desechar o devolver el producto afectado para prevenir accidentes, y mantener a la vista la información de lote y código de barras para asegurar que no se consuma accidentalmente. Estas medidas buscan garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública de posibles incidentes.