¿Para qué sirve el agujerito del candado? La función vital que pocos conocen

A simple vista, el diminuto orificio ubicado en la base de muchos candados puede parecer un detalle sin importancia. Sin embargo, este pequeño componente cumple funciones cruciales para el mantenimiento y la durabilidad del mecanismo de seguridad.​

PUEDES VER: Alertan que mantener el WIFI activado en tu celular puede ser altamente PELIGROSO por esta impensable razón

Función del agujerito del candado

Según expertos en seguridad, una de las principales funciones de este orificio es actuar como drenaje. Cuando un candado está expuesto a la intemperie, el agua de lluvia o la humedad pueden ingresar al mecanismo interno. El agujero permite que el agua acumulada se drene, evitando la oxidación de las piezas internas y asegurando el correcto funcionamiento del candado.​

Además del drenaje, el orificio permite la aplicación de lubricantes directamente en el interior del candado. Con el tiempo, el polvo, el óxido y las temperaturas extremas pueden endurecer el mecanismo interno. Introducir aceite o lubricantes especiales a través de esta abertura ayuda a mantener las piezas móviles y operativas, prolongando la vida útil del dispositivo.

PUEDES VER: Este electrodoméstico gasta tanta energía como 65 refrigeradoras juntas: descubre si lo usas en casa

En ciertos modelos de candados, el agujerito tiene una función adicional: permite ser abierto con una llave especial a través de este orificio en caso de emergencia o fallo del mecanismo. Esta característica es especialmente útil cuando se ha perdido la llave principal o el candado se ha bloqueado.

Cómo mantener tu candado en buen estado: consejos clave

El mantenimiento regular de los candados es esencial para asegurar su funcionamiento óptimo y prolongar su vida útil. Aquí algunas recomendaciones prácticas para cuidarlos correctamente:

• Lubricar el mecanismo interno cada tres a seis meses utilizando productos diseñados específicamente para cerraduras. Es importante evitar aceites caseros, ya que pueden atraer suciedad y provocar obstrucciones.
• Limpiar la superficie externa con un cepillo de cerdas suaves para remover tierra o residuos acumulados. Si el candado se encuentra en exteriores, lo ideal es protegerlo del clima, especialmente en zonas muy húmedas o cercanas al mar.
• Si el candado se moja, debe secarse completamente antes de volver a usarse. Además, en caso de que la llave no gire con facilidad, lo correcto es aplicar lubricante y esperar unos minutos en lugar de forzarla, lo que podría dañar el mecanismo.
• Si no vas a utilizar el candado durante un tiempo prolongado, guárdalo en un lugar seco y protegido para evitar el deterioro por la exposición ambiental.