Una joven de tan solo 28 años falleció víctima de mala praxis en médica en un hospital de Moscú, en Rusia. La mujer asistió al centro médico para someterse a una operación sencilla para extraer quistes ováricos cuando de pronto el personal le inyectó un líquido para preservar cadáveres.
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Ekaterina Fedyaeva tenía programada la operación para extirpar los quistes, todo parecía marchar bien cuando uno de los médicos le inyectó una solución con formaldehído que se utiliza para preservar cuerpos. El líquido apagó lentamente la vida de la joven tras días de agonía.
La víctima fue internada en cuidado intensivos del Hospital Clínico Regional Ulyanovsk debido al deterioro que le provocó la inyección. Según narró su madre, Galina Baryshnikova, su hija hizo todo lo posible para luchar por su vida, incluso trataba de mover sus piernas, sin embargo, todo esfuerzo fue en vano.
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“Sus piernas se movían, tenía convulsiones y todo su cuerpo temblaba”, contó Baryshnikova a medios locales. Al respecto, el hospital señaló que tras darse cuenta del error le hicieron un lavado a la joven, sin embargo, la sustancia ya estaba recorriendo todo su cuerpo.
“El 15 de marzo, después de una operación quirúrgica planificada, una paciente fue inyectada por error por uno de los trabajadores médicos de la institución, lo que provocó un fuerte deterioro en su salud y hospitalización en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Clínico Regional Ulyanovsk”, informó el nosocomio.
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