Perrito esperó a su amo fallecido en una banca hasta que se llevaron su cuerpo: "Era una cosa increíble" [FOTOS]

Los perros siempre han sido ejemplos de lealtad en los buenos o malos momentos. Esta es la historia de un perrito que acompaño a su dueño incluso después de fallecido pues este partió mientras estaba acostado en una banca frente a la sala de emergencia de un hospital en Puerto Rico.

Según cuentan medios locales, personal del hospital se dio cuenta que un hombre estaba inconsciente en una las bancas por lo que fueron a verlo y cuando le tomaron sus signos vitales se dieron cuenta que estaba muerto por causas naturales.

Sin embargo, este no estaba solo sino que tenía a su perrito, quien estaba al costado de la banca. Los paramédicos contaron que el can se mantuvo ahí mientras trataban de reanimarlo pues al parecer el animalito presentía que algo malo pasaba ya que se quedó esperando a su amo luego de que se lo llevaron.

“Se quedó viendo cada movimiento del personal (…) Una vez que se llevaron el cuerpo se quedó con esa cara de tristeza que me partió el corazón. Fue una escena de mucha pena“, dijo el especialista.

PUEDES VER: Facebook: profesora llora por el desinterés de los estudiantes con la educación [VIDEO]

Al parecer el perrito presentía que algo malo estaba pasando, ya que se quedó esperando a su amo en la banca luego de que se lo llevaron. “Me puse a mirar toda la escena y el pobre perrito iba de atrás para adelante y le fui a dar un poco de cariño. La verdad es que la cara que tenía de sufrimiento y pena era una cosa increíble“, agregó el médico.

Luego de que los médicos se llevaron el cuerpo sin vida del hombre, el perrito se subió encima y se quedó allí acostado durante horas. Es así que, la noticia llego hasta otro medico llamado José Antonio Herrera Dalmau, quien decidió adoptar al perrito y lo llevo a casa.

“Ya le saqué cita con el veterinario porque tiene una pata media lastimada. No tiene fractura, pero tiene una lesión“, explicó el doctor. Lo bautizó como Leo y dice que sigue esperando a su antiguo dueño. “Es un amor de perro“, cerró el médico.