Todos los virus, incluido el SARS-CoV-2, el virus que causa el coronavirus COVID-19, evolucionan continuamente con el tiempo. La mayoría de los cambios tienen poco o ningún impacto en el virus. Sin embargo, algunas veces pueden afectar las propiedades del virus, como en la rapidez de propagación, la gravedad de la enfermedad o la eficacia de las vacunas, medicamentos, y las medidas de salud pública.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con socios, redes de expertos, autoridades nacionales, instituciones e investigadores, ha estado monitoreando la evolución del SARS-CoV-2 desde enero de 2020.
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A fines de 2020, las apariciones de variantes plantearon un mayor riesgo para la salud pública mundial, lo que impulsó la caracterización de variantes de interés (VOI) y variantes de preocupación (VOC), con el fin de priorizar el monitoreo y la investigación global.
A nivel mundial, se han establecido sistemas para detectar señales de posibles VOI o VOC y evaluarlos en función del riesgo que representa para la salud pública mundial.
Una variante es un genoma viral (código genético). Cuando un virus tiene una o más mutaciones nuevas se conoce como una variante del virus original.
En caso del SARS-CoV-2, la OMS convocó a un grupo de expertos para considerar etiquetas fáciles de pronunciar y no estigmatizantes para VOI y VOC.
Este equipo ha recomendado el uso de letras del alfabeto griego, es decir, alpha, beta, gamma, delta, que serán más fáciles y prácticas para ser discutidas por audiencias no científicas.
La última variante es ómicron, identificada recientemente en noviembre de este año y calificada como “variante preocupante”.
Son aquellas variantes de alta transmisibilidad o que generan un cambio perjudicial en la epidemiología de COVID-19. También pueden generar un aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad.
Las VOC disminuyen la eficacia de las restricciones y medidas de bioseguridad, vacunas y terapias disponibles.
NOMENCLATURA OMS | LINAJE | DOCUMENTADO POR PRIMERA VEZ | FECHA DE DESIGNACIÓN |
Alfa | B.1.1.7 | Reino Unido, septiembre de 2020 | 18 de diciembre de 2020 |
Beta | B.1.351 | Sudáfrica, mayo de 2020 | 18 de diciembre de 2020 |
Gama | P.1 | Brasil, noviembre de 2020 | 11 de enero de 2021 |
Delta | B.1.617.2 | India, octubre de 2020 | VOI: 4 de abril de 2021 VOC: 11 de mayo de 2021 |
Ómicron | B.1.1.529 | Varios países, noviembre de 2021 | VUM: 24 de noviembre de 2021 VOC: 26 de noviembre de 2021 |
Son aquellas variantes con cambios genéticos que se predice o se sabe que afectan las características del virus, tales como transmisibilidad, gravedad de la enfermedad.
Causan una transmisión comunitaria significativa o múltiples grupos de COVID-19, en varios países con un número creciente de casos a lo largo del tiempo, u otros impactos que sugieren un riesgo emergente para la salud pública mundial.
NOMENCLATURA OMS | LINAJE | DOCUMENTADO POR PRIMERA VEZ | FECHA DE DESIGNACIÓN |
Lambda | C.37 | Perú, diciembre de 2020 | 14 de junio de 2021 |
Mu | B.1.621 | Colombia, enero de 2021 | 30 de agosto de 2021 |
Según el portal estadístico Worldometer, el COVID-19 está presente en 222 países y territorios. Hasta el 13 de diciembre del 2021, se han registrado 5’325,738 muertes, 270’730,040 infecciones y 243’447,264 pacientes recuperados en el mundo, desde el inicio de la pandemia.
El primer país que cuenta con mayor cantidad de muertes y contagios por la enfermedad en el mundo es Estados Unidos, con un total de 817,980 y 50’807,857, respectivamente.
El segundo país con mayor cantidad de fallecidos es Brasil con 616,941 y 22,189,867 contagios, le sigue India con 475,636 muertes y 34,697,860 infecciones.
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