Los médicos de un hospital de San Petersburgo, en Rusia, pudieron salvar a un hombre de 30 años con coronavirus que sufrió más de 10 paros cardíacos en 12 horas.
Antón Dímov fue llevado al Hospital de San Jorge el Gran Mártir el pasado 10 de febrero. "Tomé una ducha caliente, y después comenzó todo: me faltaba el aire, […] mis labios se pusieron azules, mis piernas se pusieron blancas, todo se enfrió. Llamé a mi madre. […] Ella llegó, llamó a una ambulancia", recordó el paciente.
Dímov fue trasladado a la UCI, pero, a pesar de las medidas de terapia intensiva llevadas a cabo por el equipo médico, su estado "empeoraba progresivamente" y provocó que sufriera más de 10 paros cardíacos durante su primera noche en el hospital.
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"Los médicos una y otra vez restauraron la actividad cardíaca efectiva, el paciente fue sometido a una trombólisis sistémica que le salvó la vida", relataron desde el hospital.
La situación de Dímov se vio agravada por el hecho de que tiene una predisposición genética a la formación de coágulos de sangre. "El COVID-19 y un trauma se convirtieron en un factor agravante en el desarrollo de embolia pulmonar recurrente, y el corazón no pudo soportarlo", explicaron los médicos.
Dímov, por su parte, solo recuerda el momento en que ingresó en el hospital y el tiempo que pasó en UCI tras volver a la vida. Señaló que los médicos estaban preocupados por su condición incluso cuando ya respiraba sin ventilador y podía hablar.
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