Maria Aulenbacher es una mujer de 111 años con mayor edad en Greenville, en Carolina del Sur, Estados Unidos. Hace poco apareció en la prensa local después de recibir su primera dosis de vacuna contra el coronavirus, junto con su hija Birgit Dickerson, de 77 años, y su yerno.
La anciana no solo ha vivido lo suficiente para ver el mundo consumido por la pandemia del coronavirus, sino que también vivió la pandemia de gripe española de 1918, que mató a aproximadamente 50 millones de personas entre 1918 y 1919.
“Estoy feliz de tener esta oportunidad de ayudar a mantener la salud y mantener saludables a todos los que me rodean”, dijo Aulenbacher a Prisma Health, que administró su vacuna a fines de enero, según un comunicado de prensa.
“No puedo esperar hasta poder abrazar a mi bisnieto de nuevo. Espero que nuestra familia esté a salvo y todos juntos. Extrañé abrazar a mi bisnieto, Alex”, agregó Aulenbacher.
Aulenbacher era la mayor de seis hermanos y vivió en Alemania hasta hace unos 10 años, hasta que decidió mudarse a Greenville para estar con su hija, según el comunicado de prensa.
La anciana atribuye pasar del centenario a algunas cosas como mantenerse activa y leer todos los días, disfruta de los libros históricos y no de ficción, una copa de vino tinto con el almuerzo y una cerveza con la cena. Ahora, la familia de Aulenbacher dijo que puede agregar la vacuna COVID-19 a su lista de cómo vivir más tiempo.
“Ella sólo quiere hacer todo lo posible para seguir adelante”, indicó Christina Dickerson, nieta de Aulenbacher a Prisma Health. “Ella sabe lo que es tener un día horrible y se siente bendecida por cada buen día que tiene. No dudó en vacunarse”, agregó.
Aulenbacher fue elogiada por el personal médico de Prisma Health por ser la pionera y dar ejemplo a quienes cuestionan la posibilidad de recibir la vacuna.
“Esta sabia mujer está dando el ejemplo para todos nosotros. Espero que todos sigan su ejemplo y se arremanguen para recibir sus propias vacunas cuando sean elegibles”, indicó Saria Saccocio, directora médica de Prisma Health para servicios ambulatorios y co- presidente del grupo de trabajo de vacunas del sistema.
Sin embargo, la doctora precisó que debemos recordar que la inmunidad comunitaria llevará tiempo. “Por el momento, todos debemos seguir con el distanciamiento social, usar mascarillas y lavarnos las manos con frecuencia. Si está enfermo, quédese en casa y comuníquese con sus proveedores de atención médica para ver cuáles son los próximos pasos que son mejores para usted”, agregó.
En tanto, los casos de COVID-19 han disminuido en los hogares de ancianos de Estados Unidos y otras instalaciones de atención a largo plazo durante las últimas semanas, lo que ofrece un panorama esperanzador.
Los funcionarios de salud estadounidenses atribuyen esta disminución al inicio de la vacunación, el retraso de las vacaciones, una mejor prevención, entre otras razones.
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