El lamentable caso de Patrick D’Angelo Oliveira ha conmocionado al mundo entero luego de hacerse público su historia. El menor de 13 años que lucha por su vida en un hospital de Florida, Estados Unidos, fue alejado de sus padres peruanos después que las autoridades norteamericanas deportaron a sus familiares durante la Navidad.
“Estoy acá en un hospital de Florida, extraño a mis papás”, afirmó Patrick en un emotivo video que fue compartido por la cadena internacional de Telemundo.
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Según informó Telemundo, la familia Oliveira llevó a su menor hijo al hospital el pasado mes de octubre por taquicardia y fiebre. “Después de que me pidieron una autorización para hacerle unos exámenes profundos al pulmón y corazón, a mi hijo en tres horas lo sacan en un estado de coma”, relató la madre de Patrick, Silvia Rivera, desde el Perú.
El adolescente de 13 años estuvo en coma por 6 días con diagnóstico de fibrosis pulmonar. La situación del menor era tan angustiante que la madre de Patrick no aceptó ningún tratamiento, porque tenía miedo que su estado de salud empeorara.
“Ya no podía confiar en los médicos que me dijeron que ya no había peligro en estos exámenes no le iban hacer”, indicó Silvia.
Silvia y Enrique Olivera recibieron una notificación del Departamento de Salud y Servicios Humanos donde les informaron que habían perdido la custodia del menor por poner en riesgo su salud. Según explicó un experto a Telemundo, esta situación se dio a raíz de que los padres de Patrick se negaron a acceder a un tratamiento para su hijo.
No obstante, la pareja decidió regresar al Perú con Patrick para poder tratar la enfermedad del menor sin ser separados, pero cuando estaban el aeropuerto de Miami tuvieron problemas por carecer de documentación y fueron deportados al Perú sin Patrick, el pasado 25 de diciembre.
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“Mi hijo lloraba mucho y decía que no nos separen. Decía que hoy es Navidad”, recuerda Silvia, quien vivió indocumentada junto a su esposo en Estados Unidos durante 18 años.
Cabe resaltar que Patrick se encuentra bajo custodia de las autoridades norteamericanas por ser menor de edad y ciudadano estadounidense, a diferencia de sus padres. Actualmente, se desconoce el paradero actual del adolescente, pues la institución que lo tiene bajo su tutela no ha brindado información al respecto. “Hasta me pusieron GPS para que no me escape de la unidad”, reveló el menor.