Cargando...
HOY

La reina Isabel II da conmovedor mensaje de Navidad: “No estás solo”, ante el COVID-19

“Necesitamos vida para continuar”. La soberana británica habló de la fiesta navideña diferente tras la tragedia que deja el coronavirus y que enluta al mundo.

Únete al canal de Whatsapp de El Popular

La reina Isabel II pronunció su discurso anual de Navidad el viernes 25 de diciembre y habló sobre la tristeza provocada por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, la soberana de 94 años ofreció esperanza a un mundo que necesita de mucha alegría.

“Para los cristianos, Jesús es ‘la luz del mundo’, pero no podemos celebrar su nacimiento hoy de la manera habitual”, dijo la reina Isabel II al inicio de su discurso. “Personas de todas las religiones no han podido reunirse como desearían, pero necesitamos vida para continuar”, agregó.

La soberana británica habló de sentirse inspirada por las personas que se ofrecen como voluntarias en todo el Reino Unido para ayudar a sus comunidades.

En el Reino Unido y en todo el mundo, la gente se ha enfrentado magníficamente a los desafíos del año y estoy muy orgullosa y conmovida por este espíritu tranquilo e indomable”, indicó la reina Isabel II.

“A nuestros jóvenes en particular les agradezco el papel que han desempeñado”, agregó. Asimismo, la soberana británica envió un mensaje a las familias que guardan duelo por en este año a causa del coronavirus, donde más de 1,7 millones de personas han muerto en el mundo a causa de la enfermedad.

Para muchos, esta época del año estará teñida de tristeza: algunos lamentarán la pérdida de sus seres queridos, y otros extrañan a sus amigos y familiares distanciados por seguridad, cuando todo lo que realmente desearían para Navidad es un simple abrazo o un apretón de manos” indicó.

“Si estás entre ellos, no estás solo, y déjame asegurarte mis pensamientos y oraciones”, agregó la reina Isabel II. En Reino Unido, casi 70 mil personas han fallecido producto de la pandemia.

El discurso fue grabado en Green Drawing Room, en el Castillo de Windsor. La soberana británica lució un vestido púrpura intenso de Angela Kelly, el broche de nácar y diamantes de la Reina Madre.