La Justicia de Estados Unidos sentenció a dos cadenas perpetuas y 835 años adicionales a un individuo por matar a sangre fría a un policía en la ciudad de West Memphis, estado de Arkansas, según informaron los medios locales.
El acusado identificado como Demarcus Donnell Parker, de 27 años, mató con un arma de fuego a Oliver Johnson, un agente policial de 25 años, quien se encontraba fuera de servicio el fatídico 28 de abril del 2018.
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Asimismo, las investigaciones policiales indican que Parker se encontraba disparando a miembros de una pandilla rival desde un automóvil, pero una de las balas entró en la casa del uniformado, ubicado cerca de la zona del atentado, y acabó con su vida. Las autoridades de EE. UU. creen que el policía no era el objetivo del ataque.
Sin embargo, el jurado del condado de Crittenden (Arkansas) declaró a Parker culpable de asesinato en primer grado, posesión ilegal de un arma de fuego desde un coche y seis tentativas de asesinato.
"Lamentablemente, nada de esto podrá devolver al oficial Johnson a su familia, pero posiblemente su familia encuentra consuelo en que se hizo justicia esta semana", manifestó el fiscal Scott Ellington sobre el caso de asesinato en Estados Unidos.