España, país que enfrenta un repunte de contagios por coronavirus, se encuentra en movilización para prohibir fumar en las calles de todo el territorio, esto tras la medida aprobada en Galicia a fin de contener la rápida propagación del COVID-19.
La iniciativa fue aprobada por el presidente autonómico Alberto Núñez Feijóo, tras las recientes recomendaciones de expertos que afirman que la distancia social frente a un fumador debe ser de hasta 10 metros.
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De acuerdo a los expertos, un fumador tiene más del doble de posibilidades de un agravamiento del SARS-CoV2 y representan un factor de riesgo de contagio e infección de la COVID-19.
“Actuar sobre el tabaquismo es actuar sobre un factor de riesgo de infección y de contagio de la COVID-19, y, por tanto, es contribuir al control de la evolución de la enfermedad en España”, explicó la presidente de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina.
A ello se suma el pedido de la Sociedad Española de Epidemiología que solicitó a finales de julio que se prohíba fumar en espacios exteriores, esto porque los “los fumadores que estén infectados y sean asintomáticos pueden emitir gotas de agua con virus SARS-CoV-2”.
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Para la organización de no fumadores, “acabar con el tabaco en los espacios exteriores de la hostelería sería, por tanto, la medida más barata y efectiva para conseguir la desnormalización del acto de fumar y facilitar el desenganche de la adicción de un buen número de fumadores”.