A pesar de que hoy saborea la miel de la popularidad, el comediante peruano Edwin Sierra recordó que pocos apostaban por él en sus inicios. Le costó destacar al lado de humoristas destacados, pero se ganó el respeto de ellos.
—Eres muy poco de hablar con la prensa.
—Ustedes saben que soy perfil bajo, me enfoqué en trabajar y no hablar de nadie, creo que es la mejor fórmula.
—Pero sí hablas de temas relacionados con la farándula en tu programa.
—Claro, en mi programa Qumbias y risas, de radio Nueva Q, hablamos de todo: farándula, deportes y política. Pero siempre con su toque de humor.
—¿Estás en tu mejor momento?
—Puedo decir que me está yendo bien, todo gracias a las amas de casa, taxistas. Pero no siempre fue así, antes nadie me paraba bola, era un jovencito que salía de la radio y entró a la televisión, era el nuevo.
—¿Qué personaje te abrió las puertas de la popularidad?
—Guillermo Guille me dio la oportunidad en Risas de América con la imitación de ‘Lalo’ Archimbaud. Desde ahí no pare de trabajar en televisión, radio y también hice cine. Antes era extra y aplaudía a los consagrados.
—¿Qué le dirías a la gente que antes te cerró las puertas?
—Antes me decían: “¿A quién le has ganado? ¿Quién eres?”. Mi perseverancia hizo que en el 2000 vaya a Televisa, donde estaban buscando al mejor imitador del Chavo del 8 y el propio Roberto Gómez Bolaños fue jurado y me felicitó por hacer su personaje.
Periodista de la Universidad San Martín de Porres. Experiencia en medios de prensa, además gusto de la buena música y lectura.