Olivia de Havilland, la última superviviente de la película clásica "Lo que el viento se llevó" (1939), falleció por causas naturales a los 104 años mientras dormía en su residencia privada de París.
Así lo informaron diversos medios internacionales vía sus redes sociales, en especial en Twitter donde se volvió tendencia el tema, lamentando la pérdida de una de los grandes del cine de Hollywood.
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Este pasado sábado 25 de julio, una de las actrices y digna representante de oro del cine internacional murió mientras se encontraba en su mansión que se encuentra en Francia, donde vivía desde su retiro del mundo del espectáculo.
La intérprete era una de las figuras más célebres en la década de los 40. Ganó dos premios Oscar por sus papeles en "Lágrimas de una madre", en 1946; y "La heredera", 1949.
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Pero, su papel más representativo y por el que logró trascender en los inicios de sus carrera, fue el de 'Melanie' en "Lo que el viento se llevó" en el año 1939, con la que logró su primera nominación a los Premios de la Academia como actriz de reparto.
Otra de las curiosidades más resaltantes a los que está ligado su nombre es con respecto a su tormentosa relación con su hermana también actriz Joan Fontaine, que incluso tras la muerte de su madre no pudieron resolver.
En los años cincuenta, Olivia de Havilland luchó contra los 'jefazos' de la Warner y, tras muchas discusiones y debates, logró cambios significativos en la legislatura con respecto a los derechos laborales y dicha iniciativa se nombró como la ley De Havilland.
"Se estableció en 1941 para derrogar la entonces legislación de Hollywood, que permitía a un estudio tener absoluta posesión de la imagen de un actor o actriz durante siete años", según un artículo del Heraldo de España.
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Tras la muerte de Kirk Douglas el pasado mes de febrero, Olivia de Havilland fue considerada la última actriz del ciclo de oro de Hollywood con vida, así quedándose el grande del cine sin ningún representante sobreviviente de la época clásica.