En 1988, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 30 de marzo como el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar. Lo que se busca con esta fecha es dar a conocer la discriminación de estas personas en su ámbito laboral, ya que muchas veces no reciben un pago digno por su labor y no hay suficientes leyes que las amparen.
Un trabajador del hogar a menudo se encarga de varias funciones. Suele asegurarse de que la casa esté limpia y ordenada, así como de su mantenimiento. Algunas veces también se dedican al cuidado de niños y ancianos. Hay que recordar que no es un trabajo fácil y se necesita de una verdadera vocación de servicio.
Una forma de apoyar a las trabajadoras del hogar en su día es verificar que trabajen con todas las condiciones adecuadas. Desde un salario justo que pueda cubrir todos sus gastos, hasta un horario donde se respeten las 8 horas diarias. ¡Y recuerda que siempre puedes dar una mano en casa!
Los niños pueden colaborar dentro del hogar propio. Las tareas deben ser asignadas según su edad; puede ser lavar platos o tender su cama. Pero hay personas que “contratan” menores para estos servicios. Muchas veces no son pagados y la justificación es que tengan un techo. Además de que está prohibido el trabajo infantil, todo oficio debe ser remunerado.
Redactora para la web e impreso de “El Popular”. Me encanta entrevistar. Amante de los libros, el terror y Disney.