El día de hoy hablaremos del parentesco, aquel vínculo que nos une con otras personas de nuestra familia. Este se puede dar por “sangre” cuando somos ascendientes o descendientes de una persona en común.
Existen dos grados de parentesco:
1º de consanguineidad: se da entre padres e hijos.
2º de consanguineidad: se da entre abuelos y nietos.
3º de consanguineidad: se da entre bisabuelos y binietos.
4º de consanguineidad: se da entre tatarabuelos y tataranietos.
2º de consanguineidad: se da entre hermanos.
3º de consanguineidad: se da entre tíos y sobrinos.
Además, el parentesco se puede formar por afinidad (relaciones de amistad en la familia) o mediante la adopción.
Una forma divertida de aprender los parentescos es mediante un arbol genealógico. Puedes utilizar fotos de tu familia para descubrir cómo están relacionados.
Otra forma creativa es revisando los álbumes familiares. Así también podemos observar las costumbres de otras épocas cómo la ropa o juguetes que usaban.
El dato
Los parientes de cuarto grado son los más alejados y están representados por primos, tatarabuelos, tataranietos, tíos abuelos y sobrinos nietos.
Redactora para la web e impreso de “El Popular”. Me encanta entrevistar. Amante de los libros, el terror y Disney.