El uso de las comillas al momento de redactar un mensaje, carta o un documento es muy importante. A pesar del tiempo, hay muchas personas que tienen dudas respecto al empleo de estos signos.
Como sabemos, las comillas son un signo ortográfico doble y en el español hay tres tipos: las angulares o latinas, las inglesas y las simples. A continuación, te explicamos en qué se diferencian y cómo se utilizan.
La Academia de la Lengua recomiendan usarlos en textos impresos. No son las más accesibles en los teclados y dispositivos
Lo adecuado es usarlas cuando se desea entrecomillas un texto o una palabra que esté dentro de un texto que ya esté entrecomillado con las angulares. Su uso común es hacerlo cuando se cita a algún autor.
Como su nombre lo dice son simples y no se deben de confundir con las tildes, que es una pequeña raya oblicua.
De acuerdo a la página web de la Fundeu y la Real Academia Española de esta manera se usan las comillas en los textos que estás redactando.
La costumbre al citar citas textuales es darle un sangrado mayor que al resto del texto o colocarlo en cursivas. Sin embargo, también puedes ponerlo entre comillas inglesas.
Por ejemplo, lo que es vulgar o que se emplea con ironía: He tenido unas vacaciones «durísimas». También cuando se usa una voz perteneciente a otra lengua y no se dispone de letra cursiva: Los bancos alertan del fraude por «phishing». La ortografía académica precisa que, excepcionalmente, en los titulares de prensa pueden emplearse para ese fin las comillas simples: La ‘app’ que obliga a tus hijos a hacer ejercicio.
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