Diversos países de Sudamérica conmemoran este 17 de agosto el Aniversario de la Muerte del libertador Don José de San Martín, quien es célebremente conocido por haber independizado países como Perú, Chile y Argentina. Este 2020 se cumplirá 170 años de su deceso, pero muy poco se sabe de los últimos momentos de la vida del prócer argentino. Aquí te contamos algunos detalles de la vida y muerte del célebre héroe.
José de San Martín nació en Yapeyú, Argentina, en 1778. A lo largo de su existencia se dedicó a independizar a diversos países de América Latina; sin embargo, decidió ponerle punto final el 26 y 27 de julio de 1822 al tener un encuentro con otro libertador, Simón Bolívar, en la famosa Entrevista de Guayaquil, donde el argentino cede su cargo a su homólogo venezolano para que continúe al mando durante la guerra contra España. Asimismo, comunica su renuncia como de protector del Perú y vuelve a la ciudad argentina de Mendoza para encontrarse con su esposa María de los Remedios de Escalada, quien estaba confinada en su hogar por padecer una cruel tuberculosis.
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Lamentablemente, San Martín llegó a su ciudad natal y a los pocos días falleció su esposa a la corta edad de 25 años producto de la enfermedad. Este sería el primer declive en la vida del libertador, pues su regreso el panorama en su país era poco alentador: “las élites argentinas estaban enfrascadas en el enfrentamiento entre unitarios y federales, contexto en el que San Martín no era visto con buenos ojos y hasta acusado de conspirador. Decepcionado, el libertador decidió partir hacia Europa el 10 de febrero de 1824, acompañado únicamente de su hija Mercedes, por entonces de 8 años”, según el medio Spútnik.
Se supo que el prócer tardó dos meses en llegar a Londres, lugar donde se encontró con algunos amigos europeos y americanos que lo acompañaron durante sus incursiones en Chile y Perú. Uno de ellos fue Antonio Álvarez de Concardo, quien se ganó la confianza de San Martín y este le confió todos sus ahorros que tenía para quedarse en Europa.
Según el informe difundido por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, el dinero que San Martín le había confiado a su colaborador había desaparecido, según palabras del propio Álvarez, lo perdió en malas inversiones en la bolsa de valores.
Tardó dos meses en llegar a su primer destino, Londres. Allí se encontró con amigos europeos y americanos que lo habían acompañado durante sus incursiones en Chile y Perú. Uno de ellos fue José Antonio Álvarez de Concardo, a quien San Martín le había confiado dinero con el que contaba para mantenerse en Europa.
“Sin demasiados recursos, San Martín se mudó a Bruselas a finales de 1824. Mientras su hija fue destinada a un pensionado para "señoritas", él se afincó en las afueras de la ciudad belga. Durante esa época mantuvo un frecuente contacto epistolar con varios referentes de las luchas independentistas, entre ellos el caudillo chileno Bernardo O'Higgins. En una de sus cartas, fechada el 3 de febrero de 1825, San Martín le confiesa al chileno su intención de regresar a suelo americano para concluir ‘mis días en mi chacra, separado de todo lo que sea cargo público y si es posible de la sociedad de los hombres’. La pérdida de entusiasmo de San Martín por los movimientos políticos que se disputaban el nuevo mapa sudamericano se evidenciaba en sus cartas, pero tendría su punto más alto en el frustrado intento de regreso a Buenos Aires en 1828”, según medio citado.
Según el historiador argentino Felipe Pigna, señala que San Martín regresó a Argentina utilizando un nombre ficticio ‘José Matorras’, pero sus diplomáticos europeos y estadounidenses tuvieron conocimiento de su regreso y temían por los posibles intereses políticos en la región; sin embargo, el libertador solo quería descansar en su tierra e indicó que: "Mi sable no se deseinvainará jamás en guerra civiles", señaló el libertador a sus amigos para desmentir las acusaciones de las autoridades, mientras permanecía en un barco fondeado en Buenos Aires.
San Martín vivió en la casa de su hija hasta 1832, debido a que su primogénita se casó y se mudó con su esposo. Ahí vendió todas las propiedades que tenía en Argentina y con el dinero que recaudó pudo comprarse una casa en Grand Bourg, en las afueras de París.
“La historia cuenta que dedicó aquellos años a cuidar de su jardín personal de rosas, montar caballos, leer y despuntar su gusto por la costura. Comía asados y tomaba mate como todos los rioplatenses pero desde su casa parisina, en la que frecuentemente recibía amigos europeos y americanos que lo visitaban y lo mantenían al tanto del panorama en el sur”, señala el Gobierno argentino en su informe citado por Spútnik.
Con los años, dejó París para mudarse a Boulogne sur Mer y, en 1848, empezó Segunda República Francesa y viviendo la mayoría del tiempo solo y con las visitas de su hija padeció de enfermedades como “la úlsera, la gota y el asma”, según escribió en 1982 el médico Mario Dreyer en un libro titulado Las enfermedades del general Don José de San Martín.
La causa de su muerte de San Martín no está clara y se dice que falleció a causa de "shock hemorrágico" provocado por la úlcera que lo llevaron a morir el 17 de agosto de 1850, en compañía de su hija, su yerno y su médico personal.
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“Los restos de San Martín fueron repatriados hacia Argentina recién en 1880, luego de la muerte de su hija Mercedes, quien reclamaba que se mantuvieran en Francia, donde ella residía por entonces. Tras varios años en Buenos Aires, actualmente los restos del prócer descansan en Mendoza. Después de todo, donde él anhelaba radicarse tras la revolución”, señala el informe citado.