Gareth Bale cerró una de sus peores temporadas en el Real Madrid. El galés fue suplente en la derrota 2-0 ante el Betis y sobretodo dejó una imagen que dará mucho de que hablar entre los aficionados de la Casa Blanca al ser captado riéndose con Toni Kroos mientras el equipo perdía.
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Bale no fue considerado por Zinedine Zidane para ingresar a la cancha en el último partido de su equipo en la Liga Santander pues el técnico francés no lo tomaría en cuenta para la próxima temporada.
El galés, que había sido descartado en los dos anteriores partidos, se quedó sin sitio en un once inicial en el que la delantera fue para Vinícius, por su banda, Karim Benzema y Brahim.
A los 52 minutos salieron tres jugadores a calentar pero ninguno era Bale. La idea de Zidane para cambiar el ritmo cansino del partido pasaba por Isco, Asensio y Lucas Vázquez. Mientras, el galés permanecía inmutable en el banco.
Sin nada que hacer y aburrido, Bale no dudó en cruzar palabras, y risas, con el alemán Kroos que tampoco tuvo minutos en el cierre de la Liga.
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