Bayern Múnich tiene previsto desembolsar más de 300 millones de euros para repotenciar su actual plantel con grandes figuras del momento y convertirse en el mejor club del mundo.
“Estamos en proceso de rejuvenecer el equipo. Este es el mayor plan de inversión que jamás haya tenido el Bayern”, declaró Uli Hoeness, presidente del Bayern al diario Bild de Alemania.
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Y es que con las bajas confirmadas de Arjen Robben y Franck Ribery, el potente proyecto del Borussia Dortmund y la eliminación en octavos de Champions, al mandamás del cuadro bávaro no le queda otra que agitar el mercado.
El primero en llegar será Benjamin Pavard, con el que ya se ha llegado a un acuerdo con el Stuttgart, que recibirá 35 millones de euros por el traspaso.
Pero no se trata del único fichaje pues también tiene atado a Lucas Hernández, del Atlético de Madrid, por el que pagará 80 millones de euros.
Otro que esta muy cerca de firmar (faltaría el acuerdo con su club, el Leizpig) es Timo Werner, delantero internacional alemán de sólo 23 años y cuyo precio rondará los 50 millones de euros.
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Havertz, del Bayer Leverkusen, es otro de los futbolistas que quiere fichar el Bayern, así como el extremo inglés del Chelsea, Callum Hudson-Odoi.
Pero la gran bomba sería la llegada del galés Gareth Bale.
Bale es idóneo para liderar el proyecto, mientras las promesas van creciendo. El portal TeamTalk recogió esta semana palabras de una persona cercana al entorno del jugador del Real Madrid, que confirmó el interés de ambas partes.
“Es una transferencia que atrae a todos los implicados y al propio jugador. ¿Quién no querría jugar en el Bayern de Múnich?”, declaró.
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