Dejó su huella en los clásicos vistiendo la camiseta de Alianza Lima. Eugenio La Rosa recuerda los duelos y los goles que le marcó a Universitario y analiza el partido de hoy entre victorianos y cremas.
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—¿A quién ve mejor en el clásico?
—Alianza Lima tiene una ligera ventaja porque tiene un plantel con recambios, lo que no tiene la “U”, pero los clásicos son difíciles. En el último, Alianza venía de perder 8-1 con River y ganó 4-1 el clásico. Alianza llega mejor, pero no se puede confiar.
—¿Qué destaca de Alianza y la “U”?
—Alianza tiene un equipo compacto y si entra otro jugador se mantiene el nivel, en la “U” es más complicado porque su entrenador busca opciones, pero el tiempo es muy corto para plasmar su idea de juego.
—Farfán podría jugar, ¿qué le parece?
—Eso lo decide el profesor Bustos. Jefferson hace meses que no juega y no está al ritmo de sus compañeros, no ha jugado ningún partido de práctica. No me parece adecuado que arranque, por ahí puede entrar faltando 15 minutos.
—¿Con qué defensor de la “U” tuvo duelos?
—Enfrenté varias veces a Samuel Eugenio, quien tenía fama de machetero, pero nunca tuve roces con él, pero a otros sí los raspaba.
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EL POTRILLO ESCOBAR
— ¿Es verdad que el Potrillo Escobar era agrandado?
—Era su forma de ser, siempre decía: “Yo soy superior a todos” y decía que yo jugaba “más o menos”. Por su juventud, era agrandado, que es normal, como cualquier otro futbolista. Yo lo tomaba con gracia.
—Escobar era el terror para la “U”.
—Hacía goles en los clásicos y vivía de manera especial esos partidos, se concentraba desde los martes y el domingo hacia goles. “Tengo que llegar bien”, decía.
—¿Cómo era Didí?
—Un gran entrenador, era como un padre. Me enseñó mucho, cómo moverme en el área, cómo definir. Me quedaba una hora después de los entrenamientos para trabajar con él. Un maestro y eternamente agradecido a él.
—Un clásico que recuerde.
—Un 5-1 en el que marqué dos goles, igual que Escobar y el otro lo hizo Pechito Farfán. Luego un 4-0 en el que marqué un doblete, los demás fueron de Escobar y Casanova.
—¿Qué pasó en ese clásico de 1988 que Alianza pierde 2-0 y se acaba el partido al quedar con seis hombres?
—La “U” nos ganaba 2-0 y tontamente por expulsiones nos quedamos con ocho hombres.
—Usted sale por lesión, aunque muchos dicen que fingió.
—Lucho Reyna me mete un patadón. Tenía hecho una pelota el tobillo. No podía seguir.
—Le molesta que le recuerden ese episodio.
— Sí porque eso que abandonamos la cancha no es cierto. En ese partido, otro compañero se lesiona (René Pinto) y al haber hecho los cambios nos queamos con seis y por reglamento no se podía jugar con seis hombres.
GUÍA DE REYNOSO
—¿Es verdad que los Potrillos le decían pituco?
— Paraba con Franco Navarro y Gustavo Zevallos. No iba a salsódromos, sino a discotecas de San Isidro y Miraflores. Los Potrillos me invitaban para ir a Los Cuatro Suyos, pero ya había quedado con Franco, por eso me decían que era pituco.
—¿Qué recuerda de Fernando Redondo, quien fue su compañero en Argentinos Juniors?
—Tenía un BMW y luego de los entrenamientos nos quedábamos conversando y me llevaba a mi casa. Me llamaba “hermano”. Una vez salió en un medio que le pedí dinero y eso es mentira. Hace tiempo que no hablo con él.
—¿Es verdad que fue guía de Juan Reynoso en Alianza?
—Su mamá me pedía que lo cuide porque era uno de los mayores del plantel, pues paraba con Reyes, Escobar, Casanova y Bustamante que eran una banda.
— ¿Qué cree que le pasó a la selección en el partido con Australia?
—Se confiaron y pensaron que estaba ganado el partido. Se jugó mal y todos, jugadores y cuerpo técnico debieron jugar al 100%. No ir al mundial es un fracaso.
—¿Qué le diría a Reynoso?
—Tiene un reto muy difícil con la selección y todos deseamos que le vaya bien.
—¿Y cómo queda el clásico?
— Espero que gane Alianza, pero clásico es clásico.