El esgrima no es un deporte con el que un niño, en nuestro país, sueñe. Pero para María Luisa Doig esto resultó completamente distinto.
A los 5 años conoció este deporte y desde entonces no paró. Ella, además, no solo es una deportista de élite, pues es segunda a nivel Sudamérica, sino también una dentista de profesión, algo que le llena de orgullo como el deporte que practica. Doig fue nuestra abanderada en los Juegos Bolivarianos de Valledupar 2022, donde la delegación peruana hizo historia al sumar 145 medallas, una de ellas, claro está, la de María Luisa.
—¿Cómo empiezas en el esgrima?
—Por mi abuelo. A los 5 años me llevó al Club Regatas y me dijo que debía aprender la disciplina de un deporte. Estábamos buscando algunas alternativas y justo se desarrollaba un torneo oficial. La primera vez que vi un combate con la pista, las luces y todo lo demás, pensé rápidamente que era eso lo que quería.
—Desde ahí no paraste...
—No, bueno, de hecho sí tuve un paréntesis cuando me fui a hacer mi Serums y dejé de participar en alto rendimiento.
—¿Nunca quisiste hacer otro deporte?
—No, de hecho por la talla algunas veces me dijeron para jugar vóley cuando era chica, pero lo mío, gracias a mi abuelo, era el esgrima.
—¿Y tu abuelo también hace esgrima?
—No; mi abuelo ya nos dejó hace como diez años, pero él confió mucho en mí. Gracias a él, la familia se comenzó a involucrar. Mi familia le decía que deje de comprarme cosas y él siempre repetía que le daría lo mejor a la mejor.
—Esto no te detuvo en estudiar una carrera...
—No, claro que no. Aunque sí lamento que tuve que dejar el deporte por unos años, sobre todo para realizar mi Serums.
—¿Qué estudiaste?
—Soy odontóloga. Terminé mi carrera en el 2014, en el 2017 me fui a hacer mi Serums y, un año después, con 20 kilos de más, intenté volver a la competencia de alto nivel (ríe).
—¿Ejerces actualmente la odontología?
—La intención es retomarlo, por el momento lo he dejado porque uno de mis sueños es llegar al podio de los Juegos Olímpicos y a eso apunto.
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—Volviste en el 2018 para los Panamericanos...
—Sí, intenté recuperarme lo más rápido posible y logré una medalla de bronce en esos Panamericanos, he ido mejorando y recuperándome poco a poco y ahora soy la número 2 de Sudamérica por debajo de Argentina y por encima de Brasil.
—A nivel mundial, ¿cómo te va?
—Bien, acabo de participar en los Bolivarianos de Valledupar en donde obtuve la medalla de plata y en el mundial de Esgrima donde quede muy bien posicionada, pues quedé en el puesto 28 a nivel general.
—¿Cuáles son tus planes?
—Mi sueño es lograr podio en los JJOO París 2024, estoy encaminada a eso, por el momento tuve que dejar mi profesión, pero mi otro sueño es tener mi consultorio y consolidarme como una buena odontóloga.
—¿Podrías hacer ambas cosas a la par o estás pensando en un retiro del esgrima?
—No, este deporte es lo mejor que me pudo haber dejado mi abuelo, por eso cada logro que alcanzo es dedicado a él. Sí podría hacer ambas cosas, pero quizá ya no de alta competencia, sería también cuestión de acomodar mis horarios.
—¿Cómo va la preparación? ¿Qué competencia se viene?
—El calendario se cierra en noviembre, por eso debo apuntar a participar en todas las competencias que pueda para poder clasificar. Ahora me encuentro en Estados Unidos preparándome justamente para eso.
—EEUU es un buen sitio para entrenar...
—Sí, claro, pero esto también es momentáneo, porque se dio de la nada (ríe)... Hace ocho años que yo dicto clases en lo que se conoce como clínicas de esgrima que forman parte de un proyecto de un club donde yo entrenaba, en estas clínicas yo enseño esgrima por 20 días y no sabes la satisfacción que siento.
—¿Por qué el esgrima? ¿Por qué crees que en el Perú un niño debería aprender este deporte?
—Primero, es importante que todos los niños practiquen deporte, pero si me dicen que defina el esgrima, debo decir que es un deporte que mezcla coordinación mano pie, fundamental en el desarrollo de un niño, además te da destreza, flexibilidad e interacción mental con uno mismo. Es importante cómo te desarrollas y fortaleces mentalmente hablando, pero lo mejor es que te enseña a no rendirte a luchar hasta el final.
—¿Cuándo abrirás tu consultorio?
—Espero que el próximo año o quizá en año y medio. Ya les dejaré la dirección para que lo hagan famoso (ríe), pero primero es mi medalla olímpica.
Comunicadora de profesión, periodista deportiva por vocación. Bausatina. Mami de Gaby.