Aldo Olcese llegó a jugar en el fútbol peruano hasta los 41 años, pero antes también tuvo un corto paso por el balompié asiático precisamente en China (Shenyang Ginde). El exjugador recordó las vivencias que atravesó en Pekín y cómo fue la vez que se enteró que había comido carne de perro, un platillo tradicional para la cultura china, pero que en occidente no es tan bien vista.
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En un diálogo con el Cuto Guadalupe, el exfutbolista de Alianza Lima contó su paso por Asia. “Estoy acá, es otra cultura… pero voy a conocer China porque cuándo mie… voy a conocer China. Los premios nos pagaban en euros. (…) Cuando me estafan en China a mí no me dejaban salir, el dueño quería que me quede dos meses sin sueldo y que espere al próximo entrenador a ver si me quiere”, inició.
“Me malograron mi negocio porque allá en China ahí un sitio parecido a Polvos Azules y venden replica bien piola, un día voy a ver un reloj Cartier y me dice que costaba 50 dólares, luego me saca el mismo y me pide 500 dólares, y luego me sacó otro por mil dólares y era igualito. Yo le digo a mi señora que este será nuestro negocio, porque cuando vayamos a Perú compramos bastante y estafamos. Allá los polos Armani (bamba) costaban un dolar”, dijo.
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El deportista fue con su esposa a China y pasaron algunos inconvenientes por el idioma. “Cerca a la casa con Olga (su esposa) había un restaurante italiano y solo comíamos pan al ajo. Recién había salido el comunismo y no hablaban inglés. Cuando pedíamos la carta solo señalábamos la foto. Comí perro sin saber, compadre, después de los entrenamientos”, recordó.
“Luego salías al pabellón grandote con banderas y el preparador de arqueros salía a gritar y todos formábamos filas para ir al comedor. Yo vi papitas con carne y arroz, pero yo le daba la espalda a los chinos porque eran asquerosos para comer, comían (gestos de repudio) y escupían en la mesa; cuando comían las uvas dejaban las cascaras como un cerro en la mesa. Horrible”, contó.
Aunque su paso por el Shenyang Ginde fue corto, Aldo Olcese se llevó una gran sorpresa. “Adelante mio estaba creo un yugoslavo y me preguntó si sabía lo que estaba comiendo, carne le dije, él me dijo que no era así. ¿Qué estás comiendo? Guau guau. Justo el profe estaba detrás mío y le pregunto que era lo que comía, a lo que me responde: Guau guau. Ya le había metido tres cucharadas, sabía rico.
Finalmente, el exjugador de Deportivo Municipal, club del cual es hincha, admitió que el platillo le terminó gustando. “No sabía, estaba rico, pero lo dejé en la mesa. Yo fui con Roberto 'Loco' Holsen. Cuando llegamos no era el dinero que nos prometieron, nos cag… El Loco se regresó y yo aproveché para conocer otra cultura. Conocía la Muralla China, solo me quedé seis meses”, agregó.
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