Con Cienciano alcanzó la gloria al coronarse campeón de la Copa Sudamericana 2003 y pese a que pasaron 19 años de aquel logro histórico, Ramón Rodríguez lo recuerda como si fuera ayer. El Ratón siempre trae a la memoria los partidos, las anécdotas con los compañeros y sobre todo las enseñanzas que le dejó Freddy Ternero, como técnico.
Aseguró que el recordado técnico nacional fue clave para potenciar la mentalidad de los jugadores a tal punto de convencerlos de poder ganarle a cualquiera.
—¿Qué es lo que más recuerdas de Freddy Ternero?
—Sus charlas. Nos hacía creer que podíamos jugar de igual a igual contra cualquier equipo. Nos potenciaba en lo mental, nos sentíamos los mejores del mundo.
—¿La mentalidad es muy importante en el fútbol?
—Sí, cada partido entrábamos como leones porque la motivación era un plus extra para llegar lejos. Nos sentíamos los mejores del mundo y explotó lo mejor de nosotros.
—Eres el único cusqueño que ha logrado un título internacional. ¿Cómo te sientes?
—Tengo la dicha, el orgullo y la feliciad de lograr algo tan lindo. Somos 25 jugadores que en toda la historia del fútbol peruano pudo lograr este título internacional. Fui campeón de un Apertura, de un Clausura y de la Sudamericana, yo lo veo bastante bien.
—¿Cuánto has tenido que sacrificar para llegar hasta ahí?
—Muchas cosas. Tienes que ser disciplinado, esforzarte en los entrenamientos y ser profesional. No salir de noche y ser fuerte mentalmente. Muchos jugadores han truncado su carrera por no estar bien en lo mental.
—¿Ramón Rodríguez merece una despedida a lo grande?
—Por supuesto, soy uno de los pocos cusqueños que ha ganado un título internacional con Cienciano y soy el máximo goleador cusqueño en el fútbol profesional. Creo que me he ganado el cariño y el respeto de los cusqueños.
—¿Tu hijo también juega al fútbol?
—Sí. Paulo Rodríguez tiene 19 años, juega de delantero y lo hace muy bien. En el 2018 y 2019 estuvo en Alianza Lima. Empezó en la reserva de Cienciano pero fue promovido al primer equipo.
—¿Eres su fan número uno?
—Sí, estoy con él en todo momento. Lo aconsejo para que pueda llegar lejos porque el fútbol es pasajero.
—¿Extrañas jugar?
—Se extraña la cancha, pisar el verde, pero no mucho porque he jugado hasta los 41 años; más de 25 años de carrera, por eso me siento tranquilo, feliz y orgulloso de eso.
—¿Qué haces ahora que estás retirado del fútbol?
—Administro un complejo deportivo, una escuela de fútbol y soy entrenador de fútbol categoría A. También brindamos servicios de entrenamiento funcional. El fútbol es mi pasión y siempre estaré ligado pese a los años.
—¿Cuántas canchas tiene tu complejo?
—Tengo seis, dos de ellas se convierten para jugar vóley y a la vez cuatro se juntan para hacer una cancha de fútbol 11. Cienciano ya entrenó aquí algunas veces cuando le tocaba jugar en sintético.
Periodista, comunicador social y amante de los deportes.