Daniela Macías espera brillar en Tokio 2020: “Quiero regalarle una medalla al Perú”

Siempre soñó con este momento. Con participar en unos Juegos Olímpicos y regalarle a su país una medalla que sea recordada por la eternidad. Daniela Macías, a horas de su debut en Tokio 2020, recordó los sacrificios que tuvo que realizar para clasificar a la justa olímpica y su deseo de llegar al podio para beneplácito del bádminton peruano.

La última participación del bádminton peruano en unos Juegos Olímpicos fue en la edición de Londres 2012, con la participación de Claudia Rivero y Rodrigo Pacheco. Antes habían participado Mario Carulla (Atlanta 1996), Lorena Blanco (Atenas 2004) y Claudia Rivero (Beijing 2008).

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¿Lista para el debut?

Sí, este viernes (hoy 7:40 pm de Perú) me voy a enfrentar ante la tailandesa Busanan Ongbamrungphan en la Plaza Deportiva Musashino Forest por el Grupo D.

¿Qué sentimientos te embargan en este momento?

Muchos. No quiero que se acabe esta experiencia. Me siento en un buen momento. Me toca competir contra deportistas muy buenas y daré lo mejor que tengo.

¿Qué significa representar a tu país en unos Juegos Olímpicos?

Siento un orgullo gigante por representar a mi país. Me doy cuenta de que todos los sacrificios que hice han dado frutos.

¿Qué tan duro fue alcanzar esta clasificación?

Hay momentos en los que uno quiere tirar la toalla, pero siempre está el apoyo de la familia. Ellos me empujan a sacrificarme y a ser disciplinada. No importa cuántas veces te caigas al piso, hay que levantarse.

¿Practicar bádminton en nuestro país es complicado?

Gracias al Polideportivo 2, estoy en unas olimpiadas. No teníamos dónde entrenar y nos conformábamos con las canchas mal hechas en el Estadio Nacional. El bádminton ahora tiene una casa, donde tenemos un gimnasio solo para nosotros, es increíble. He viajado a muchas partes del mundo, África, Europa, Sudamérica, Centroamérica y nuestro coliseo es el mejor.

¿Cuál es el objetivo que persigues en Tokio 2020?

A mis 23 años espero regalarle una medalla al país. En los Juegos Panamericanos Lima 2019 estuve cerca y ahora he trabajado el doble para poder cumplir este sueño.

¿Desde qué año practicas el bádminton?

Comencé desde los 7 años y a los 9 me convencí de quedarme en este deporte. Cuando logré salir campeona del Panamericano de menores realizado en México me di cuenta que esto era lo mío. Dejé el ballet y la natación, convirtiéndome en el orgullo de mi familia.

¿Tu mamá influyó en tu carrera como deportista?

Sí, mis padres siempre nos han incentivado a mí y a mis dos hermanos a practicar deportes desde chicos. Mi familia siempre ha sido muy deportista: mi papá jugaba básquet y béisbol en la universidad, mi mamá era nadadora y compitió en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984.

¿Qué es lo que más recuerdas de esta etapa?

Que mientras mis amigos dormían, yo realizaba mis tareas, porque entrenaba todo el día. He sabido administrar mi tiempo para cumplir con todos mis objetivos. Mi consejo para los jóvenes, como yo, es que el deporte y el estudio pueden ir de la mano.

¿Cómo es tu alimentación?

Seguimos las indicaciones de la nutricionista y la dieta va cambiando según el momento. Por ejemplo, durante las competencias nos dan más fideos y arroz para soportar bien el esfuerzo. Siempre comemos ensaladas y proteínas, aunque claro que también nos escapamos de la dieta de vez en cuando y comemos comida rápida.

¿Qué habilidades se desarrollan con este deporte?

Se trabaja mucho la fuerza, la rapidez y la técnica. Hay que pensar la jugada muy rápidamente porque la pluma va a más de 400 km por hora, más rápido que el ping pong, incluso.