Carlos Lara Porras
Su buen desempeño dentro y fuera de la cancha ha convertido a Jorge Molina como referente de Cienciano, club con el que jugará su cuarta temporada. El capitán del Papá espera que este 2021 las cosas sean diferentes, pelear el título y clasificar a un torneo internacional.
Es tu cuarta temporada en Cienciano. ¿Cómo te sientes?
Bien, cómodo, siento que he encontrado mi lugar.
¿Qué expectativas para este 2021?
Objetivos nuevos y con el grupo que se está formando las expectativas son altas. El club es grande, con mucha historia, piensa volver a torneos internacionales. Siempre la idea es estar en los primeros lugares y hay que estar a la altura. El año pasado estuvimos cerca de clasificar a la Copa Sudamericana, pero no se logró por diferencia de goles.
¿Ser capitán qué significa y qué implica?
Desde el anteaño pasado fui considerado como capitán, que es una gran responsabilidad. Hay que hablar y convencer a los compañeros para ir todos por el mismo camino, pues alguno no se puede sentir cómodo porque no juega. No todos se sienten bien y se les hace entender que al final es un objetivo común
¿Qué tan complicada es esa labor?
Junto con otros compañeros, quienes también han sido capitanes, realizamos esa tarea. En total somos cuatro los que manejamos el camarín.
¿Cómo es ese trabajo?
Siempre hay que estar ahí, conversando, siendo psicólogo, amigo, porque uno no sabe los problemas con los que los compañeros llegan al entrenamiento. Hay que estar al lado del compañero que más necesita y cuando hay una buena respuesta eso se refleja en la cancha.
¿Qué fue lo más complicado de la última campaña?
El tema físico porque fueron partidos seguidos cada tres a cuatro días, algunos en canchas sintéticas, poco descanso, muchos lesionados. El equipo se vio mermado y en algún momento tuvimos hasta ocho lesionados.
¿Qué tanto les chocó jugar con tribunas vacías? Ya que Cienciano jugaba hasta con 40 mil personas en el Garcilaso.
Es raro jugar sin público porque estamos acostumbrados a jugar con gente, pero hay que adaptarnos a esta realidad, pues primero está la salud.
alianza y la Segunda
Jugaste por Alianza Lima, ¿pensaste que descendería?
Nunca se me cruzó por la cabeza esa idea porque Alianza está acostumbrado a pelear cosas importantes, pero no pudo salir de la zona de abajo. Por las noticias que leo y escucho, no se sabe si va a jugar Segunda porque sus dirigentes están peleando para seguir en la Liga 1.
En 2008 estuviste en ese equipo de Alianza Lima que casi desciende.
Faltando dos fechas, nos salvamos del descenso ese año. Y en 2015 jugando por Ayacucho en la última fecha la libramos. Cuando se juega la permanencia, más que un tema futbolístico, es psicológico. Hay que estar fuerte de la cabeza porque hay malas rachas que cuesta romper.
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¿Qué le espera a Alianza en Segunda?
Segunda es otra realidad, las canchas son diferentes, la logística, los viajes, concentraciones, son totalmente diferentes los equipos, es más de actitud que de juego. Algo positivo es que ahora se televisan los partidos, lo cual no pasaba antes.
Jugaste en todos los estamentos de nuestro fútbol.
Empecé en 2007 en Copa Perú en un equipo de Cañete, unos directivos de Alianza invirtieron en ese equipo, luego en 2008 pasé Alianza, en 2011 campeoné con Juan Aurich y en Cienciano estoy desde 2018 cuando estaba en Segunda.
Eres de Ica, de donde han salido muchos futbolistas.
Así es, como es el caso también de Joel Pinto, del Zorrito Aguirre, Pedro García, Erinson Ramirez, Aldair Fuentes, entre otros.
¿Y has comido gato como Joel Pinto?
Ja, ja... No pasa nada con eso. No sabía que Joel dijo que comió gato.