Nicole Vásquez Cuba
Hace 20 años, Juan Jayo Legario silenció el Estadio Nacional de Santiago con un golazo a Chile, que es sin duda uno de los más recordados. Y es que anotarle al clásico rival y en su cancha resulta memorable.
Si lo recuerdas, sabes a lo que me refiero; y si no, intentaré describirlo. Perú jugaba las Eliminatorias de Corea-Japón 2002, y en la segunda fecha -al igual que ahora- le tocaba disputar el Clásico del Pacífico en Santiago.
Transcurría el minuto 38 cuando Jayo recibió un balón de Claudio Pizarro y, tras hacer una pared con el Chorri Palacios, el exvolante remató desde fuera del área y dejó inmóvil al arquero chileno Nelson Tapia, regalándonos un golazo.
—¿Todavía recuerdas la sensación de ese gol?
—Ese gol fue muy importante, no solo por el tema de Eliminatorias y sumar de visita, que siempre es importante, sino porque lo hacíamos ante el clásico rival.
—Anotarle a Chile deja una sensación distinta.
—Siento que he tenido la suerte de anotarle a Chile en mi carrera y en una Eliminatoria, pero también me tocó perder y esa sensación te queda como una espina clavada para siempre.
—¿Te refieres a las Eliminatorias por Francia 98?
—Sí, perder la posibilidad de ir a un Mundial por diferencia de goles del modo en que sucedió nos marcó. Cada vez que nos juntamos y recordamos eso nos duele todavía.
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—¿Qué sensación da anotarle a Chile?
—La forma cómo se dio el gol esa vez fue una alegría inmensa y me da gusto que se recuerde, pero ahora los muchachos de esta selección están escribiendo su propia historia y estoy seguro de que, así como lo vivimos nosotros en ese momento, así lo viven ellos.
—¿Y cómo se le contagia esa sensación a un jugador como Gianluca Lapadula?
—Bueno, él es un jugador profesional, por las puras no se ha mantenido tanto tiempo jugando en Italia y no es joven, así que con la experiencia que tiene debe entender que esto es más que un partido.
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—Sí, pero esa sensación que describes de enfrentar a un rival tradicional como Chile por ser un clásico es difícil de enseñar, ¿no?
—Los peruanos lo entendemos y a Lapadula le tocará entenderlo también. Felizmente tiene algunos días de compenetración con el equipo, eso va a ser fundamental.
—¿Llega en buen momento?
—Yo creo que sí. En estos momentos la selección está disminuida por lesiones, no llega en bien con todos sus jugadores como nos tenía acostumbrados. Lapadula y otros más están llenando espacios como los que dejan Farfán o Guerrero, que son puestos de importancia y en donde seguramente nos hará falta alguien con su experiencia.
—¿Cómo visualiza este partido?
—Muy complicado. Chile también está en medio de un proceso de recambio. Pero nuestra selección con Ricardo a la cabeza ha demostrado más de una vez tener buenos planteamientos y el claro ejemplo fue con Brasil, pese a no contar con todos sus jugadores se jugó de igual a igual. Nos pusimos por encima de ellos, pero lamentablemente nos tocó Bascuñán.
—Si Uruguay es a garra, ¿Chile es juego sucio?
—Todas las selecciones apelan a eso en algún momento. Lo importante es que no nos gane el ímpetu, no podemos cometer errores infantiles porque nos puede costar caro.
—¿Te faltó el Mundial?
—Yo vivo feliz por lo que hice y porque los hinchas recuerdan. No solo ante Chile lo dimos todo. Tuvimos buenos partidos, y ahora soy más feliz porque pude ver a mi selección en un Mundial. Confío en que esta vez los muchachos no nos defraudarán.
—¿Un marcador?
—No me atrevo, pero confío en que pueden tener un resultado positivo.