Por: Abraham Alvarado Ramos
Desde su trinchera de Camaná, en Arequipa, acompañado del cálido sonido de las aves, el Gran Maestro Internacional del ajedrez, Julio Granda, nos muestra su perfil detrás del tablero, en el que abunda una meticulosidad por el medio ambiente, el fútbol, los contenidos para los niños y, desde luego, promover el deporte ciencia en los peruanos ya que sería el vehículo para mejorar –según el GMI– como Nación.
Julio Granda, quien tiene 53 años de edad y más de 40 como ajedrecista, concedió una entrevista para El Popular y opinó respecto a la pandemia por el coronavirus, su revolución por llevar el ajedrez al internet y sobre el fútbol peruano, al que considera de malos hábitos.
—¿Cómo ha sobrellevado la cuarentena?
Me dejó una mala sensación. Se toman medidas que estaban lejos de nuestra realidad, el Perú no está preparado para una cuarentena, somos un país informal y la gente no puede aguantar tanto tiempo.
—¿Se sometió al test?
No. Además no era tan fácil someterse a estos test, una situación es que tú encuentres y veas a alguien que haga esas pruebas. Tampoco hay que caer en la psicosis.
— ¿Cómo reaccionó cuando se enteró el caso positivo de su hija?
Mi hija es joven todavía, tiene una salud normal, no tiene algún problema. Mi esposa sí estaba preocupada, se puso a llorar. Yo lo tomé con bastante calma, y lo pudo superar rápidamente.
— ¿Se siente un revolucionario del ajedrez?
No puedo negar que los años en el ajedrez me permite, pues, tener de pronto más notoriedad comparado a otros. Pero También hay que ver que no es el nombre que uno puede tener, sino por el trabajo que uno tiene que hacer. Tienes que hacer un trabajo que trascienda, un trabajo serio, y eso trato de hacer porque si sigo creciendo en esta actividad la idea es que se forma una escuela que trascienda nuestras fronteras. Eso es lo que permite Internet, que puedas contactarte con todo el mundo.
— Sobre su anécdota con Garry Kasparov
Yo tenía 19 años, no estaba preparado para jugar con alguien de ese nivel que no solamente tenía un arsenal. A él lo habían preparado para la guerra, jugar una partida de ajedrez era un combate. Él que hacia una serie de cosas que uno no esperaba. Hacía unos ademanes como despreciándome. Cuando jugaba una partida, quería desaparecerte.
—¿El ajedrez lo desnuda como persona?
Puedo decir que dependo de mi ánimo. Uno refleja también de dónde eres. Por ejemplo, los peruanos somos bastante improvisados y mi estilo es bastante improvisado.
—¿Julio Granda es picón?
Lo era bastante. Cuando perdía lloraba sin control. Con los años entendí que es muy doloroso perder, pero tampoco se debe ser indiferente. Ese dolor fue disminuyendo. Ya racionalicé la derrota y la asimilo bien, relativamente.
—¿Cómo es detrás del tablero?
El campo es mi hábitat natural y eso fue lo que me desarrolló con el ajedrez una especie de amor y odio. Cuando tengo algún tiempito salgo de mi oficina, agarro una lampa y hago faenas agrícolas. Yo considero antinatural no vivir en el campo.
—Si no fuera ajedrecista, sería…
Un horticultor. Me hubiera gustado tener una voz autorizada para decir: Oigan, no seamos tan brutos. Tenemos este espacio maravilloso y lo estamos agrediendo. No vivir en el campo es una tragedia.
MIRA TAMBIÉN: Julio Granda ofrecerá tácticas del ajedrez a escolares
—¿Hablaría con el presidente Martín Vizcarra para promover el ajedrez?
Tengo entendido que él jugaba de joven ajedrez, y eso puede ser un vehículo positivo para el Perú, porque si bien el fútbol es la disciplina popular en la que realmente todo el mundo se interesa y clasificar a un mundial es algo extraordinario, definitivamente no somos tan buenos en el fútbol, en el ajedrez tenemos potencial.
—¿Por qué no somos tan buenos para el fútbol?
Resultados. No somos malos tampoco. Pero, ¿cuántas veces hemos sido campeones de la Copa América? No destacamos tanto en el fútbol y creo que podríamos destacar más en el ajedrez. Mi gran pasión es el fútbol, me siento un futbolista frustrado, porque dentro de mi fantasía yo pienso que más o menos pude haber destacado.
—¿Qué le faltó?
Me faltaba un ingrediente: la velocidad. No tendría el perfil (juergueros) de la mayoría de futbolistas peruanos.
—¿Le gusta los realitys?
—Cómo pueden ver esa tontería. Siendo un campesino me he cultivado de una manera distinta. La gente que no tiene alternativa ve esa tontería, esa basura, y dicen ¡qué bonito!, ¡qué emocionante! Y no hay más panorama porque seguimos cultivando estupidez y media.
—¿Le gustaría ser presidente de la Federación de Ajedrez?
—No en estas circunstancias. Si el Perú jugara más ajedrez, seríamos un mejor país, no habría muchas tonterías que hay ahora y que idiotizan a la gente.
—Su más grande sueño por cumplir
Tengo la expectativa de que pueda llegar a mis manos un talento del ajedrez, un niño que tenga ese binomio que hace falta: talento y pasión. A mí me faltó la pasión, me faltó la otra dosis. Podría ser que haya la oportunidad de entrenarlo y llevarlo a ser campeón mundial.
Periodista especializado en deportes y con interés en el de guerra. Licenciado en la Universidad Tecnológica del Perú. Redactor senior en El Popular, con capacidades en diseño y edición. Interesado en temas de política, ambiental y cultural.