Esta vez Neymar no llamó la atención del mundo por un taco, una bicicleta o un caño, sino por el lujoso Ferrari 458 negro mate que se compró en estas fiestas de fin de año.
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El brasileño llegó a los entrenamientos del Barcelona, en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí, a bordo de un Ferrari 458 color negro mate valorizado en 622 mil dólares.
Neymar fue la envidia de sus compañeros Lionel Messi, Luis Suárez, Gerard Piqué y Rafinha que solo atinaron a aplaudir su buen gusto.
Sin embargo, Neymar fue captado por las cámaras de televisión manejando y atendiendo una llamada por su celular, irresponsabilidad que no se puede permitir hasta en jugadores famosos como él.
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