Seúl. Una bienvenida nada dulce. Los coreanos no le perdonan a los jugadores de su selección su pobre actuación en el Mundial de Brasil 2014 y a su llegada al país eliminados les arrojaron caramelos.
Cientos de aficionados se agolparon en el aeropuerto de Incheon para descargar su furia. Una de ellos les gritó a voz en cuello: “Un punto en tres partidos... qué malo”.
Los futbolistas, sorprendidos por la recepción, se quedaron en sus lugares y no respondieron a la ofensa.
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