Volver después de dos meses a su centro de estudios que las ayudó también a dar sus primeros pasos en el vóley y reencontrarse con tanta gente querida no es cosa de todos los días.
La algarabía estuvo ayer en su punto más alto en el colegio Saco Oliveros, de la avenida Arequipa, donde Ángela Leyva, Rosa Valiente y Katherine Regalado llegaron después del mediodía para ser reconocidas por su desempeño con la selección de menores en el Mundial de Tailandia.
Las pancartas gigantes, la música criolla de fondo, los besos y abrazos de sus profesores y compañeros, las sonrisas interminables, fueron los ingredientes perfectos para la recepción a las matadorcitas.
Al ritmo de “jueves de pavita”, un número preparado por un grupo de niños de grados inferiores, las chicas se animaron a gozar del cálido momento realizando algunos pasos de baile.
Primero fue Ángela, quien se animó a demostrar que también la rompe en la pista de baile. Sin embargo, no quería quedarse sola y llamó a sus dos compañeras en la selección de vóley.
Rosa Valiente fue la más entusiasta cuando la música continuaba sonando. Katty Regalado, un poco más tímida, realizaba movimientos suaves mientras sus compañeras la alentaban a moverse.
Los detalles continuarían llegando. Flores, chocolates, carteles y una marinera preparada por una pareja de niños de primaria fueron suficiente para hacer sonreír a nuestras jóvenes deportistas.
Los más pequeños fueron los más entusiastas con la bienvenida brindada a las voleibolistas. “Ustedes son nuestra inspiración, vivimos cada uno de sus partidos. Queremos seguir su camino”, dijeron desde el equipo Sub 14 del colegio.
“Desde que llegamos al Perú todos nos han recibido de una manera muy especial, lo cual es muy importante para nosotras. Es bonito saber que todo el país reconoce nuestro esfuerzo y sacrificio de meses”, destacó Ángela Leyva.
Además, la máxima anotadora del Mundial expresó su deseo de que el país las siga apoyando.
“Quedamos en cuarto puesto, pero sabemos que pudimos llegar más lejos. Tenemos un equipo muy joven y seguiremos mejorando, solo esperamos el apoyo de todos. Queremos seguir trayendo alegrías al país”, agregó.
Rosa Valiente recibió otra sorpresa cuando fue al encuentro con sus compañeras de aula.
En la pizarra estaba escrito: “Bienvenida, Rosa, porque te queremos... Jueves de Rosita”.
“A ellos los quiero demasiado. Estoy muy feliz de haber vuelto después de todo este tiempo. El apoyo que me siguen brindando es increíble”, afirmó la “matadora”.
EN EL CONGRESO
Más temprano, la selección recibió el reconocimiento del Congreso de la República en la persona de su presidente, Fredy Otárola, quien, en su discurso hizo saber lo orgulloso que el Poder Legislativo se sentía también con la campaña de las matadorcitas en el Mundial de Tailandia.
Otárola entregó a cada una de las chicas y al comando técnico, flores, un diploma, un celular y un incentivo económico.
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