Juan Vargas Zara confesó ante las rondas campesinas haber cometido un acto de feminicidio en contra de su pareja identificada como Benita F. M., de 27 años de edad, por no recibir más comida. Los hechos sucedieron el pasado viernes en el centro poblado de Quichu Azaroma, provincia de Carabaya, en Puno.
Según Vargas Zara feminicida, confesó que después de cenar junto a su familia le pidió más mate a su esposa Benita, sin embargo ella no pudo brindarle más puesto que ya no había. "Quería aumento y no había, ella se alteró y yo también entonces empezamos a discutir y terminé con su vida", confesó ante las rondas campesinas.
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Según la necropsia de ley, la víctima tenía traumatismo intracraneal, edema cerebral traumático. También presenta signos de agresión física en los brazos y piernas (equimosis), y lesiones con consecuencia de muerte.
Cabe resaltar que la víctima Benita, deja en orfandad a 6 menores hijos el mayor de sus hijos tiene 13 años y el último menor de solo 3 años.
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Entre la multitud de los ronderos y familiares, el asesino confeso arrastró el féretro de Benita Flores, descalzo y con un cartel que decía "soy asesino" ingresó a la plaza de armas de la provincia de Carabaya, donde los familiares y pobladores exigieron justicia y cadena perpetua para el feminicida.
Al respecto, Pedro Apaza Flores, primo de la víctima, informó que tras la reunión que sostuvieron entre los integrantes de las rondas campesinas, acordaron aplicar la cadena ronderil en 10 distritos de la provincia de Carabaya.
Periodista egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Nacional del Altiplano Puno, con más de 5 años de experiencia profesional en transmitir información con veracidad y diligencia. Videorreportera de la Unidad de Respuesta Periodística Inmediata de la República (URPI - LR).