Un escándalo en el sector salud se destapó en la ciudad del Cusco en las últimas semanas tras la identificación de una red que se dedicaría al tráfico de bebés en la ciudad imperial. Como parte de las acciones de la Policía, se detuvo a Fanny Hurtado, quien fue captada por cámaras de seguridad de un centro médico con un infante que había comprado.
Junto a ella cayeron dos implicados más. Sin embargo, gran polémica generó la decisión de la jueza Zulay Sánchez, quien dispuso libertad para Rosa Huayhua Mamani y Moisés Mora, quiénes son sindicados como los cabecillas de la organización criminal.
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La acusada actualmente se encuentra recluida en el Penal de Mujeres Quenccoro donde cumple prisión preventiva. Su defensa ha apelado esta decisión del Poder Judicial y en la audiencia, Hurtado se defendió alegando que no sabía que estaba comprando un bebé. Ella indicó que pensó que se trataba de una adopción.
“Me capta la señora Rosa (Rosa Huayhua, actualmente prófuga) me dice que tiene una sobrina que no puede criar a su hijo y si yo me acostumbraba me lo podía quedar (…) Me dejé llevar porque quise ser madre, mi delito es querer ser madre, me lo entregó todo escaldado, me lo llevé le compré sus cosas, me transformé , después de inscribirlo a mi nombre me comenzó a extorsionar y a pedir dinero”, declaró.
La juez Rocío Cáceres desestimó los argumentos de Fanny Hurtado ya que las pruebas existentes delatan su conocimiento sobre las transacciones. “Ella conocía que se realizaba una compra - venta del menor, además de haber depósitos y vouchers que se compartían por WhatsApp, ella ‘cosificó’ al menor pagando por él y hasta pidiendo rebajas”, sentenció-
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