Pedro Castillo se encuentra cumpliendo prisión preventiva por 36 meses en el penal de Barbadillo, que se encuentra en Ate. Desde que ingresó ha presentado varios problemas en su salud, incluso su abogada, Indira Rodríguez, aseguró que ya no quiere comer porque tiene miedo a que lo puedan envenenar y su estado mental empeora.
“Ha perdido mucho peso. Piensa que lo pueden envenenar, así que no quiere comer lo que le sirven en la prisión [...] Se ha estado alimentando de la comida que llevan sus familiares, suele utilizar la cocina que está en su celda, pero es lo único por el momento”, contó la defensa legal a BBC Mundo.
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Hasta ahora las únicas visitas que ha recibido los jueves y sábados han sido sus hermanas y Yenifer Paredes, cuñada, pero al mismo tiempo la hija que él adoptó con su esposa. Ella se encenta acusada de beneficiar a los allegados a contratos públicos del Estado, durante el tiempo que Castillo fue mandatario.
“Ha sido sorprendente que lo han dejado solo [...] El paso del tiempo y, sobre todo, no poder hablar con su mujer y sus hijos ha hecho que su salud mental toque fondo, y ha empezado a sufrir ataques de pánico y pesadillas [...] No tener contacto con su mujer e hijos lo está haciendo desesperar”, agregó Rodríguez.
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