El radar más potente del mundo está en Perú y tiene el tamaño de 10 canchas de fútbol: ¿Dónde se ubica?

A solo 30 kilómetros al este de Lima, entre los cerros de Jicamarca, se encuentra una de las joyas científicas más destacadas de Perú y el mundo: el Radio Observatorio de Jicamarca. Este centro, inaugurado en 1961 por el Instituto Geofísico del Perú (IGP), es reconocido por albergar el radar más potente del mundo en su tipo, una herramienta clave para el estudio de la ionósfera terrestre.

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El radar más potente del mundo está en Perú: ¿Cuáles son sus características?

Con una estructura impresionante de 300 x 300 metros, equivalente al tamaño de 10 campos de fútbol, el radar está compuesto por 18,432 dipolos que permiten emitir señales de alta frecuencia. Esta tecnología de vanguardia no solo posiciona al Perú como líder en investigación atmosférica, sino que también es vital para comprender fenómenos como las tormentas solares y su impacto en sistemas de comunicación y navegación satelital.

El aporte del observatorio trasciende el ámbito científico. Su capacidad para analizar partículas cargadas en la atmósfera lo convierte en un aliado estratégico para proteger tecnologías de uso cotidiano, como teléfonos móviles, internet y sistemas de aviación. Además, su trabajo contribuye al monitoreo de condiciones que pueden afectar vuelos y telecomunicaciones, ofreciendo beneficios tangibles a la sociedad.

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El impacto internacional del Radio Observatorio de Jicamarca

A nivel internacional, el Radio Observatorio de Jicamarca es considerado un referente en meteorología espacial y física atmosférica. Las investigaciones realizadas desde este centro han ayudado a descifrar el comportamiento del entorno espacial de la Tierra, abriendo puertas a nuevas soluciones en un mundo cada vez más interconectado.

El Instituto Geofísico del Perú destaca que el estudio de la ionósfera es esencial para mitigar interrupciones en las radiocomunicaciones y garantizar la estabilidad de los sistemas tecnológicos. Por ello, Jicamarca no solo representa un símbolo de orgullo nacional, sino también una herramienta clave para el progreso científico global.