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Peruana en España cuidó sin saberlo un cuadro de Picasso de 600.000 euros: creyó que era un simple espejo

Un matrimonio de porteros en Madrid encontró un cuadro de Picasso valorado en 600.000 euros, que se confundía con un simple espejo en su portería.

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Peruana en España cuidó sin saberlo un Picasso de 600.000 euros: creyó que era un simple espejo

Durante más de veinte años, Dolores y Armando han sido las almas silenciosas de un portal madrileño en Chamartín, España. En apenas dos metros cuadrados de portería —donde se mezclan los sonidos del barrio, una mesa con albaranes, cajas, un balón y estampas de santos— también se encontraba, sin saberlo, un tesoro artístico valorado en 600.000 euros.

El cuadro Naturaleza muerta con guitarra, pintado por Pablo Picasso en 1919, debía ser desembalado el 6 de octubre para una exposición en Granada. Sin embargo, cuando faltó una pieza entre las 57 que componían la muestra, comenzó una búsqueda policial que movilizó rutas, cámaras y almacenes. Nadie imaginó que la obra descansaba en una portería de Madrid, apoyada sobre una mesa junto a los periódicos atrasados.

¿Cómo llegó un Picasso valorado en 600.000 euros a una portería?

La historia dio un giro inesperado cuando Dolores, de 69 años, relató cómo encontró el cuadro envuelto en plástico.

“Yo lo encontré junto a la verja, envuelto en papel burbuja. Pensé que era de Amazon o algo así”, contó al diario El País. “Lo traje a la portería y ahí lo dejé. No tenía nombre. Pensé que era un espejo”.

El descuido resultó casi poético: un Picasso confundido con un espejo permaneció en el lugar donde diariamente pasan vecinos, carteros y repartidores. Nadie imaginó que aquel paquete, tan común y silencioso, contenía una pieza invaluable de la historia del arte.

El operativo policial que descubrió el Picasso perdido

El 22 de octubre, doce agentes de distintas unidades —entre uniformados, patrimoniales y científicos— tocaron la puerta de la portería. El protocolo fue estricto: Armando fue separado para ser interrogado, mientras Dolores permaneció sentada tres horas frente a la mesa donde había reposado la pintura.

“Yo solo les repetía: lo vi en la puerta, lo traje aquí. Nada más”, relató con serenidad.

Mientras tanto, España entera seguía el caso del Picasso perdido, sin saber que la obra estaba en el corazón de un vecindario tranquilo, cuidada por manos que no sabían de arte, pero sí de honestidad.

Un hallazgo que revela el valor de lo cotidiano

El hallazgo de Naturaleza muerta con guitarra no solo resolvió un caso policial: también reveló la belleza de lo cotidiano, la humildad de dos personas que, sin pretenderlo, protegieron una pieza única de la historia cultural de España.

Durante días, Dolores y Armando leyeron sobre el “Picasso perdido” en los mismos periódicos que vendían en su quiosco, sin imaginar que la obra descansaba a pocos centímetros de ellos.

El país entero se conmovió al conocer su historia: un matrimonio de porteros que, sin saberlo, guardó un tesoro de la humanidad, recordándonos que, a veces, el arte puede esconderse en los lugares más simples y luminosos.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista especializada en actualidad y tendencias. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en Popular. Interesada en temas relacionados con actualidad nacional e internacional, virales en tendencia y más.

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