
La esperada jornada del clásico peruano entre Universitario y Alianza Lima quedó marcada por la violencia desatada en varias zonas de la capital. Los enfrentamientos entre barras bravas dejaron un saldo de al menos 10 heridos, entre ellos dos menores de edad con impactos de bala, lo que evidencia una vez más la vulnerabilidad de los espacios públicos durante los eventos deportivos.

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En el Cercado de Lima, Sebastián, de 13 años, recibió un disparo en la cadera mientras compraba su almuerzo en la zona de El Planeta. Fue trasladado al Hospital Loayza, donde los médicos lograron estabilizarlo, pero no han podido intervenirlo debido a que el tomógrafo con contraste requerido está inoperativo.
Por su parte, Luis Ángel, de 15 años, sufrió un impacto de bala en el cuello cuando regresaba de ayudar a su padre en el mercado. También fue internado en el mismo hospital y presenta dolor, fiebre y movilidad reducida. Ambos adolescentes permanecen con los proyectiles alojados más de 12 horas después de ser heridos.
Las madres de los menores informaron que intentaron gestionar traslados hacia otros centros médicos, incluido el Hospital del Niño, pero recibieron la misma respuesta: no había camas disponibles. Esto obligó a los adolescentes a permanecer en el Hospital Loayza sin la operación urgente que necesitan.
Durante la noche se les indicó que debían esperar hasta el inicio de la jornada siguiente para conocer la disponibilidad de equipos. Las familias denuncian que la atención ha sido lenta y que la información médica ha carecido de sentido de urgencia.
La violencia no se limitó al Cercado. En Villa María del Triunfo, un agente de seguridad resultó herido en el rostro tras recibir un impacto. En Independencia, Payet y El Agustino, se registraron disturbios con destrozos y ataques a transeúntes.
El episodio más grave ocurrió en Ate, donde cinco personas resultaron heridas de bala cerca del Estadio Monumental. Las víctimas fueron identificadas como Luis Grados Torrejón (43), David Zurita Ibaceta (30), Teddy Valles Ruiz (23), Segundo Torres Mendieta (32) y Fernando Gaitán Huamaní (36). Todos fueron trasladados al Hospital de Lima Este – Vitarte con lesiones por proyectil de arma de fuego.
Vecinos relataron que un grupo de barristas llegó en vehículos y disparó contra las personas que se encontraban en la vía pública. La Policía de Vitarte ha iniciado investigaciones y advirtió sobre la diferencia entre los verdaderos hinchas y los grupos violentos que se infiltran en estos eventos.
En total, los enfrentamientos dejaron 10 personas heridas, entre ellos los dos adolescentes que permanecen en estado delicado. A la cifra se suman adultos mayores y transeúntes que fueron alcanzados en medio del caos.
Las familias denuncian la precariedad en la respuesta de los hospitales ante emergencias y exigen que se refuercen los equipos médicos en jornadas deportivas de alto riesgo. El caso de Sebastián y Luis Ángel refleja la ausencia de protocolos efectivos frente a la violencia desatada por las barras bravas en Lima.
Periodista especializada en actualidad y tendencias. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en Popular. Interesada en temas relacionados con actualidad nacional e internacional, virales en tendencia y más.