Caral, la civilización más antigua de América, es ejemplo de alimentación saludable y lucha contra la anemia

La Civilización Caral, considerada la más antigua de América, se desarrolló en el valle de Supe, al norte de Lima, hace más de cinco mil años. Este centro urbano es reconocido mundialmente por sus construcciones monumentales y avances en organización social, pero también por su sistema alimentario, el cual demuestra una notable comprensión del valor nutricional de los recursos marinos y agrícolas. La dieta de los caralinos combinaba productos del mar y del valle, lo que les permitió mantener una buena salud y prevenir enfermedades como la anemia.

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Según evidencias arqueológicas, la anchoveta era uno de los productos más consumidos en esta civilización. La nutricionista Mayra Garay Rosadio explicó que este pez de carne oscura es altamente nutritivo: contiene entre 20 y 25 gramos de proteínas por cada 100 gramos, además de aminoácidos esenciales como lisina, metionina y treonina. Asimismo, es rica en ácidos grasos omega-3, como el EPA y DHA, y en minerales como fósforo, potasio y magnesio, así como en vitaminas B6, B12 y E.

Alimentación equilibrada y rica en hierro

Garay señaló que el consumo de pescados de carne oscura como la anchoveta era clave para mantener buenos niveles de hierro en la población, lo cual ayudaba a combatir la anemia. “Según la Organización Mundial de la Salud, 100 gramos de anchoveta contienen alrededor de 3.5 miligramos de hierro, más que otros pescados como el atún, que aporta unos 2.5 miligramos por cada 100 gramos”, indicó. También resaltó que esta especie es beneficiosa para la salud del corazón, el desarrollo fetal y el funcionamiento cerebral.

Además del pescado, los caralinos complementaban su dieta con productos vegetales como frijoles, pallares, pajuro, achira y camote. Estos alimentos eran ricos en carbohidratos complejos, fibra y otros nutrientes esenciales. La combinación de productos del mar y del valle les permitió desarrollar una dieta variada y balanceada, adecuada para su contexto geográfico y cultural.

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Vínculo entre alimentación y organización social

El modelo alimentario de Caral también reflejaba una sólida organización social y económica. La ciudad mantenía una interacción activa con pueblos de la costa, la sierra y la selva, lo que facilitaba el intercambio de productos. Su puerto pesquero en Áspero fue una pieza clave para abastecer de recursos marinos a la población del valle. Esta estrategia de abastecimiento no solo fortalecía la seguridad alimentaria, sino que también promovía el desarrollo sostenible en el entorno.

Las declaraciones de la nutricionista se dieron durante su visita a la exposición “Tecnología pesquera y seguridad alimentaria para combatir la anemia”, presentada en la sala Paracas del Ministerio de Cultura. La muestra estará disponible de manera gratuita hasta el 5 de junio. Quienes deseen conocer más sobre la civilización Caral pueden visitar sus centros urbanos abiertos al público como la Ciudad Sagrada de Caral, Áspero y Vichama, o consultar las redes sociales de la Zona Arqueológica Caral.