Está dentro de Lima y tiene alrededor de 2600 a.C: esta es la ciudad más antigua de Perú y América

Desde hace algunas décadas, nuestro país ha tomado protagonismo a nivel mundial debido a su extensa historia y potente gastronomía, convirtiéndolo en un importante destino turístico tanto para ciudadanos nacionales como extranjeros. Sin embargo, existen datos increíbles de nuestro pasado, el cual hace que nos identifiquemos aún más como peruanos.

Y, en ese contexto, hablaremos de una de las ciudades más antiguas del Perú y América, que destaca no solo ser parte del Patrimonio Mundial de la Unesco, sino también por ser uno de los seis lugares considerados cunas de las primeras civilizaciones.

¿Cuál es la ciudad más antigua del Perú y América?

Estamos hablando de Caral, una ciudad ubicada en el valle de Supe, en la provincia de Barranca, al norte de Lima, el cual resalta por ser una de las primeras del continente. Fue construido por la civilización Caral-Supe alrededor del 2600 antes de Cisto (a.C.), lo que también la convierte en una de las más añejas de América, contemporanea con otras culturas como la egipcia y la mesopotámica.

Según los textos de historia, la importancia de este increíble lugar radica en su complejidad arquitectónica y su organización social, el cual incluye pirámides, plazas y edificaciones ceremoniales. Además, se estima también que esa zona del Norte Chico en su momento fue el más poblado del mundo, solo detrás de China, tal y como lo refirió el investigador Jonathan Haas, junto a Winifred Creamer y Álvaro Ruiz, en 2005.

Su descubrimiento arqueológico se llevó a cabo en la década de 1990 y ha proporcionado importantes conocimientos sobre el desarrollo temprano de las sociedades precerámicas en la región andina del territorio nacional.

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El manejo del agua y su economía

La cultura Caral construyó acequias cuyos restos muestran cómo empleaban el clima y el agua. A través de estas construcciones, consiguieron canalizar la dirección del viento para así lograr que el agua llegue a las zonas más bajas y pueda ser usada en las labores domésticas.

Esta civilización cimentó su economía en la pesca y en la agricultura. Realizaron intercambios comerciales de algodón y pescado deshidratado con otras sociedades de los Andes y la Amazonía.